Black block, la violencia antisistema se cuela entre los indignados

  • En Barcelona hay entre 400 y 500 instalados permanentemente, según fuentes policiales. "Da igual el acontecimiento que se produzca, se apuntan a cualquier cosa". Son antisistema infiltrados.
Los 'indignados' de Barcelona atribuyen las agresiones a una minoría
Los 'indignados' de Barcelona atribuyen las agresiones a una minoría
Daniel Tercero

Algo tiene Barcelona que se ha convertido en el centro de las protestas más violentas que se llevan a cabo en toda España. En los últimos dos años, cada celebración de los títulos deportivos del F.C. Barcelona se resuelve con alborotos, destrozos del mobiliario urbano, detenciones y heridos. Algo similar ocurrió cuando la selección española de fútbol ganó el Mundial. De las últimas huelgas generales, por ejemplo, tenemos en la retina los enfrentamientos con la policía. Y también de las protestas contra el Plan Bolonia. ¿Por qué ocurre esto en Barcelona?

Fuentes de los Mossos d'Esquadra consultadas por lainformacion.com aseguran que el punto de inflexión negativo se produjo con la llegada de ICV-EUiA a la Consejería de Interior de la Generalitat de Cataluña. Joan Saura se hizo cargo de la macroconsejería -además de Interior, incluía Relaciones Institucionales y Participación- en 2006, con el segundo tripartito presidido por José Montilla (PSC). Es entonces cuando la policía autonómica percibe un aumento de la agresividad en las manifestaciones.

Desde entonces, las órdenes políticas a los mandos de la policía autonómica han sido las de permitir manifestaciones y concentraciones de los movimientos alternativos o antisistema: "Se han llevado a cabo políticas de permisividad que han ido atrayendo a personas de otros países", aseguran desde los Mossos. Lo de este miércoles a las puertas del Parlamento autonómico de Cataluña, añaden, "no es nada nuevo, Barcelona es un foco europeo de movimientos radicales".

¿De qué grupos radicales estamos hablando? "Son Black Block. En Barcelona hay entre 400 y 500 instalados permanentemente", aseguran las mismas fuentes policiales, que además denuncian la nula actividad de Interior para evitar que este grupo se instale en Cataluña, pese a las advertencias de los policías a sus superiores. "Da igual el acontecimiento que se produzca, los black block se apuntan a cualquier cosa, si mañana gana el Espanyol la Liga, la lían igual". Es en este contexto en el que cabría entender que Barcelona se haya convertido en un foco de violencia continua, aprovechando la celebración o manifestación correspondientes.

"El movimiento de indignados es absolutamente pacífico"

No opina lo mismo Arcadi Oliveres. "Hay más violencia en Barcelona porque hay más protesta civil en sus calles", asegura en declaraciones a este periódico. El presidente de la entidad Justícia i Pau se ha convertido en uno de los protagonistas del movimiento de indignados en Cataluña ("he sido invitado a pronunciar varias charlas pero no soy su portavoz", aclara) y mantiene que, si hay más actividad reivindicativa en las calles, "en proporción, en Barcelona hay más respuesta de la autoridad", por lo que entiende que también haya más enfrentamientos con la policía.

Oliveres defiende sin ambages el movimiento del 15M y lo desmarca por completo de los actos violentos de este miércoles contra los diputados autonómicos catalanes: "Lo que ha pasado es que un grupo de gente, subidos de tono, se ha aprovechado de otro grupo que protesta por cosas legítimas. No me parece bien. Son una minoría. El movimiento de indignados es absolutamente pacífico".

Y deja caer un duda sobre el trasfondo de los acontecimientos de ayer: "Entre los violentos podría haber un grupo de gente bien pagada por la policía para desprestigiar al movimiento". No hay pruebas de esto último. Sin embargo, en lo que sí coinciden ambos, tanto la policía como los defensores del movimiento de indignados, es que no hay relación entre los actos violentos de Barcelona y la kale borroka del País Vasco, y que más efectivos policiales no resolvería la violencia en las manifestaciones.

Barcelona, dos años de celebraciones violentas

Algunas de las citas más calientes en los últimos meses rodean al ámbito deportivo. La última Champions League del Barça se saldó con 109 detenidos y 132 heridos. Fue la noche del pasado 29 de mayo. Alboroteadores se mezclaron con los seguidores del Barça y destrozaron parte de Canaletas, lugar de peregrinaje de los culés. Lanzaron objetos contra los agentes de la policía (tanto Mossos d'Esquadra como Guardia Urbana) y se llevaron a cabo varias cargas para desalojar la zona. Días antes, el 17 de mayo, el Barça ganó la Liga. Resumen de la celebración: 104 detenidos y 119 heridos.

El año pasado, en España se celebró la séptima huelga general. El centro de Barcelona, a partir de la media tarde de ese 29 de septiembre, se convirtió en una ciudad en guerra. Movimientos radicales de okupas se enfrentaron con la policía. Decenas de detenidos y heridos. En julio de 2010, la selección española de fútbol se proclamó campeona del mundo. La resaca en la capital catalana dejó 21 detenidos y 74 heridos.

Otra de las fechas -desde los Mossos apuntan que este fue uno de los momentos clave para los movimientos radicales- fueron las protestas estudiantiles contra el Plan de Bolonia. Se llevaron a cabo en marzo de 2009. Se permitieron la okupación de la Universidad de Barcelona y, posteriormente, manifestaciones por la ciudad. Los Mossos aseguran que fue entonces, tras agresiones a policías, cuando se dieron las órdenes de "no actuar". Y cuando se hizo fue de manera desproporcionada.

Desde entonces Barcelona está considerada como uno de los centros de peregrinaje de los movimientos antisistema más radicales y violentos que aprovechan cualquier celebración o manifestación multitudinaria para "liarla", sin importar el motivo.

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