Bombas en iglesia y guardería de Santiago generan condena de Gobierno chileno

  • El Gobierno de Chile condenó hoy "enérgicamente" los atentados explosivos que este martes afectaron a una céntrica iglesia de Santiago y a una guardería donde la policía alcanzó a evacuar los niños.

Santiago de Chile, 22 jul.- El Gobierno de Chile condenó hoy "enérgicamente" los atentados explosivos que este martes afectaron a una céntrica iglesia de Santiago y a una guardería donde la policía alcanzó a evacuar los niños.

"Son situaciones inaceptables que podrían haber dañado, incluso haberle costado la vida a personas inocentes", señaló a los periodistas el ministro portavoz de Gobierno, Álvaro Elizalde.

Indicó que "se trata de hechos gravísimos, que condenamos enérgicamente", y agregó que el Gobierno adoptará todas las medidas necesarias para esclarecer estos hechos.

Elizalde señaló que "las bombas de los últimos días en un vagón del metro, en una iglesia y ahora en un jardín infantil son hechos gravísimos que el Gobierno condena enérgicamente. Se trata de artefactos explosivos colocados en lugares de alta afluencia, que afortunadamente no han generado daños personales", enfatizó.

Un atentado explosivo afectó la madrugada de este martes a una céntrica iglesia de Santiago de Chile, cometido "en solidaridad" con dos anarquistas que están detenidos en España, acusados de detonar bombas en iglesias católicas, según fuentes policiales.

Según la policía y testigos, dos bombas estallaron pasada la medianoche (04.00 GMT de hoy) junto a la entrada principal de la Iglesia Santa Ana, una antigua edificación declarada monumento histórico, situada en la esquina de las calles Catedral y San Martín, en pleno centro de la capital chilena.

"Nuestra acción insurreccional es un gesto solidario con los compañeros Francisco Solar y Mónica Caballero, detenidos en España", decía un panfleto dejado en el lugar por los autores del atentado.

Se trata de dos anarquistas chilenos que el pasado 4 de julio fueron procesados por un juez español por la colocación de una bomba en la basílica del Pilar de Zaragoza el 2 de octubre de 2013.

Ambos, que están en prisión preventiva, también están imputados por tratar de colocar otra bomba en el Monasterio de Monserrat, en las cercanías de Barcelona y arriesgan entre 15 a 20 años de cárcel.

En el atentado de hoy en una iglesia en Santiago, las bombas consistían en cilindros de gas rellenos de material explosivo, que estaban dentro de una mochila y fueron activadas con un mecanismo electrónico, según explicó a los periodistas el capitán de Carabineros Juan Rosales.

Más tarde, expertos en explosivos de carabineros alcanzaron a desactivar una bomba junto a un céntrico jardín de infantes en el sector céntrico de Santiago de Chile, encontrada por transeúntes que dieron aviso a la policía.

Los ocho niños que se encontraban en ese momento en la guardería fueron evacuados antes de que los expertos procedieran a neutralizar el artefacto.

El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, dijo temprano a la prensa que los grupos que están usando estas bombas y atentando contra la propiedad "merecen el mayor castigo de la ciudadanía y de nuestro país".

"No tengo antecedentes para decir que se vinculan. Lo que si puedo decir es que son atentados que rechaza todo el país, toda la ciudadanía, y que como gobierno estaremos con las acciones legales que correspondan", enfatizó

El ministro Peñailillo recalcó que los atentados "son hechos que nosotros como gobierno vamos a perseguir hasta el final".

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