Brown y Sarkozy, una relación tormentosa

(Bruselas, Bélgica). Quienes bostezan ante la sola mención de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, deberían echar de nuevo un vistazo a sus triquiñuelas, sobre todo a una reciente batalla entre Londres y París, o específicamente entre el primer ministro Gordon Brown y el presidente francés Nicolas Sarkozy.

Al final del periodo de cinco años de cada comisión, hay toda una serie de escaramuzas por los puestos en Bruselas. Cada estado miembro da el nombre de su candidato al presidente de la comisión, actualmente José Manuel Durão Barroso, quien después les asigna el liderazgo de un departamento del organismo. El parlamento es el encargado de ratificar la composición final de la Comisión Europea.

La razón detrás del politiqueo está en que no todos los puestos dentro de la comisión son iguales. Los gobiernos nacionales participan en el juego, presionando de forma pública y privada al presidente de la comisión para que coloque a sus candidatos en un puesto destacado. Al fin y al cabo, la mayor parte de las leyes de la UE tienen su origen en la Comisión Europea, y estas directivas se superponen cada vez más a las propias normativas nacionales.

Aunque los comisarios aseguran dejar atrás todos sus sentimientos nacionalistas, no resulta difícil imaginar por qué un gobierno prefiere tener a su representante dirigiendo por ejemplo la comisión de Comercio que la oficina de Multilingüismo. La creación de esta última en 2007, fue precisamente criticada por considerarse tan sólo una forma de crear un puesto para que todos los miembros de la creciente unión tuviesen su propio comisario. Multilingüismo se integra a partir de ahora en Cultura y Educación.

Los entresijos de la comisión fueron aún más complicados este año debido a las nuevas dinámicas creadas con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa el pasado primero de diciembre. El Tratado crea el puesto de presidente permanente de la UE, que se elige entre los líderes de cada país. También incluye el nuevo puesto de Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común, un rol que durante una década ha ocupado el español Javier Solana y al que ahora se le añade el papel de vicepresidente de la Comisión.

Tras la cumbre extraordinaria de jefes de Estado del 20 de noviembre en la que se cerraron los nombramientos del primer ministro belga Herman van Rompuy como presidente de la UE y el de la comisaria británica de Comercio Catherine Ashton como alta representante de Política Exterior, Durão Barroso pudo finalmente completar y anunciar la lista de nombres de su equipo.

Aunque había 26 puestos a cubrir, uno podría pensar que solo había uno, dados los numerosos titulares dedicados al nombramiento del francés Michel Barnier como el nuevo comisario de Mercado Interior o Joaquín Almunia como comisario de Competencia. La comisión de Mercado Interior es también responsable de los servicios financieros y de las prácticas contables, aspectos que han cobrado gran importancia como consecuencia de la crisis económica global.Lo mismo sucede con la cartera de Almunia, que será quien decida sobre reclamaciones de monopolio y permita o no fusiones empresariales en este sentido.

Para los británicos lo más destacado no fue que no consiguieran el puesto de Mercado Interior, sino que fuese un francés el que lo consiguiese finalmente. Brown era consciente de que ofrecer a Catherine Ashton para el papel de alto representante le impediría conseguir otro puesto de comisario para Gran Bretaña. Sus críticos le acusaron ese día de hacer perder a Londres peso en el ámbito de las finanzas mundiales a cambio de colocar a una funcionaria poco conocida en un puesto de política exterior.

Ese fue un punto que Sarkozy precisamente se encargó de subrayar y exagerar. "Es la primera vez en 50 años que Francia asume este papel", alardeó el presidente francés en Le Monde. "Los ingleses son los grandes perdedores en este asunto", dijo, antes de definir el puesto de Ashton como mucho menos importante que el de Barnier. Sarkozy también criticó el "modelo económico anglosajón", al que culpó de la crisis financiera.

Londres reaccionó con tanto furor, a los nombramientos y a los comentarios de Sarkozy, que el presidente francés terminó por cancelar un viaje al Reino Unido.Pero Sarkozy no fue el único en hacer este análisis.

"Los grandes perdedores son los británicos", señaló Kevin Doran, de Bell Pottinger Public Affairs, que escribe un blog sobre la burocracia europea en Reseuropa. "Deberían de haber tenido más cuidado" al apostar por el puesto del alto representante a costa del de mercado interno", criticó.

Según Doran, otros de los ganadores y perdedores serían estos:

Ganadores

BÉLGICA: Comisario de Comercio, Karel de Gucht. Bélgica es uno de los grandes ganadores en el juego de los nombramientos, según Doran. Además de haber logrado que su discreto primer ministro Herman van Rompuy haya sido designado como el primer presidente de la UE, también ha conseguido un puesto de comisario con prestigio.

ALEMANIA: Comisario de Energía, Gunter Oettinger. Para su propia sorpresa, Oettinger fue enviado a Bruselas por la canciller alemana Angela Merkel porque al parecer lo considera su rival en la política nacional. Oettinger "no es de las personas más carismáticas" ni ha asumido ningún puesto en el gobierno de su país, según Doran, pero "Alemania tiene muchos intereses en la energía, por lo que conseguir este puesto no es nada malo ".

Perdedores

HOLANDA: Comisaria de la Agenda Digital, Nellie Kroes. Kroes quería desesperadamente permanecer al frente de la Comisión de Competencia, desde donde ha supervisado durante su mandato casos complejos y exitosos como las demandas contra Microsoft e Intel por prácticas anticompetitivas. Había amenazado con abandornar la comisión si perdía su puesto, pero luego cedió y cogió este nuevo perfil. El primer ministro holandés, Jan-Peter Balkenende también había sido mencionado como un posible candidato para presidente europeo, así que esa pérdida junto a la decepción de Kroes, "los holandeses no están entre los ganadores", según Doran.

(Puedes consultar aquí la relación de todos los nuevos comisarios.)

El pasado 9 de diciembre, miércoles, Sarkozy y Brown publicaron un editorial conjunto en el Wall Street Journal llamando a una regulación financiera global. Al día siguiente mantuvieron una reunión privada en Bruselas, justo antes de la cumbre de jefes de Estado y presidentes de la UE. Después de proclamaron que ambos estaban "completamente alineados" e incluso negaron que hubiera habido algún problema.

Y un día más tarde dieron una rueda de prensa conjunta para anunciar sus decisiones sobre el paquete de financiación contra el cambio climático. Allí, Brown proclamó que Sarkozy es "uno de sus mejores amigos", mientras que el presidente francés dedicó varios minutos a alabar el liderazgo de su colega.

*(Este artículo ha sido revisado por la redacción de Lainformacion.com para adaptar la información al público español.)