Cameron afronta una rebelión "tory" por la reforma de la Cámara de los Lores

  • El primer ministro británico, el conservador David Cameron, afronta una rebelión de diputados de su propio partido contra el proyecto de ley de reforma de la Cámara de los Lores, que hoy empieza a debatirse en el Parlamento.

Londres, 9 jul.- El primer ministro británico, el conservador David Cameron, afronta una rebelión de diputados de su propio partido contra el proyecto de ley de reforma de la Cámara de los Lores, que hoy empieza a debatirse en el Parlamento.

Al menos setenta diputados "tories" han suscrito una carta dirigida a sus correligionarios en la que expresan su oposición al proyecto legislativo, que se someterá a una primera votación mañana.

El Gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas ha presentado un proyecto de ley para la reforma de la Cámara de los Lores que establece la reducción del número de pares -a 450 de los 775 actuales- y que el 80 % sea elegido en las urnas por un periodo de 15 años.

Actualmente, los lores, entre los que se incluyen obispos delegados de la Iglesia Anglicana, son designados por los partidos políticos o han heredado el título, que desempeñan de forma vitalicia.

La reforma de la Cámara alta, cuya función es revisar la legislación elaborada en la Cámara de los Comunes -electa-, ha suscitado el rechazo de un sector de los conservadores, que alega que los cambios provocarán una crisis constitucional.

Sin embargo, los tres principales partidos del país -conservadores y liberaldemócratas, en el poder, y laboristas, en la oposición- apoyaron esa reforma en sus campañas a las elecciones generales de 2010.

Actualmente, el proyecto legislativo está en trámite parlamentario, pero mañana hay una votación clave que, dada la oposición de algunos "tories", el Gobierno podría perder, lo que rodearía de incertidumbre el futuro del texto y supondría un bochorno para el primer ministro.

Tras el debate, los diputados votarán si permiten que la ley pase a su próxima fase parlamentaria -cuando es analizada por una comisión-, lo que seguramente se aprobará sin problemas con apoyo de la oposición laborista.

Posteriormente, habrá otra votación sobre el calendario propuesto por el Gobierno para la tramitación de la ley, cuyos resultados no están tan claros.

En este caso, se espera también la oposición de los conservadores rebeldes pero además, según han indicado, la de los laboristas, que, aunque apoyan la reforma, no están de acuerdo con los tiempos propuestos por el Gobierno, al considerar que se necesitan más sesiones para el debate.

Si el Gobierno sale derrotado, se abrirá un periodo de incertidumbre hasta que se redefina el proceso de trámite parlamentario, lo que provocaría retrasos que podrían impedir que la ley entrara en vigor para 2015, cuando el Ejecutivo planeaba organizar las primeras elecciones a la Cámara alta.

Diputados de todos los partidos favorables a la reforma han difundido panfletos en su apoyo y subrayan que es una oportunidad única para acometer los cambios para democratizar la Cámara de los Lores, tras varios intentos infructuosos en el pasado.

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