Según los hechos que da por probados la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia, Antonio V. iba todos los martes por la tarde a buscar a la menor a la escuela para llevarla a clases de música, que cursaba en otro centro distinto, parando antes en casa de la niña para recoger el violín.
En diversas ocasiones que no han podido ser cuantificadas, estando en la habitación de la niña el acusado le hizo tocamientos y en alguna ocasión le mostró los genitales; en otras ocasiones, hacía lo mismo en la propia vivienda del acusado cuando se quedaban solos.
Además de la pena de cinco años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales a menores de 13 años, la Audiencia le ha impuesto cinco años más de libertad vigilada y le ha obligado a indemnizar a la víctima con 5.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
La investigación se había iniciado a partir de un informe de asistencia sanitaria del Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat (Barcelona), que abrió un proceso penal en el que la Fiscalía había pedido cinco años de cárcel para el acusado, además de otros seis de libertad vigilada.
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