Cataluña: ¿de lo Sublime al ridículo?

La derivada de las elecciones catalanas corre el riesgo de pasar de lo sublime al ridículo. El candidato a President, Sr Mas, está dispuesto a lanzar misivas a organismos y países diciendo que: "som independents". A continuación los destinatarios, como es lógico, llamarán a la embajada española para preguntar la veracidad del comunicado. La respuesta es evidente: desconocemos el origen de esa información, nuestro ministerio no nos ha comunicado nada al respecto y, dada la transcendencia de su contenido es evidente que es falso, en caso contrario nos habría informado. Eso respecto a exterior. Dentro de Cataluña la situación sería más chocante. El Govern catalán debería tomar decisiones que demostrasen que realmente son independientes ¿Por ejemplo? Cosas importantes: a)    Decidir que el Barcelona C. F. deje la liga española sería un rasgo de autoridad. Pero no sería obedecido por razones económicas, entre otras, y la "pela es la pela". Por tanto lo que debe decidir, si Cataluña es independiente, es que el Barcelona siga en la liga española. Aunque puede decir que es la liga BBVA para evitar la palabra "española". En ese caso seguro que el Barcelona le obedecería, lo que demostraría que sí, que efectivamente Cataluña es independiente y obedece a su Gobern.b)    Decidir que los catalanes puedan seguir utilizando el DNI y el pasaporte español. Porque si decidiera que no lo pueden utilizar no lo harían. Por eso lo más sencillo para ser obedecido es mandar lo que los demás van a hacer. Claro está que hasta los miembros del Govern  utilizarán los documentos españoles en sus desplazamientos fuera de Cataluña porque sería ridículo que estuvieran retenidos en cualquier aduana por portar un documento acreditativo no reconocido en ninguna parte del mundo. Tampoco en el resto de España.c)    Decidir que no va a haber aduanas ni registro de pasaporte en el Prat, en Sans o en la imaginaria frontera del supuesto nuevo país. Porque si decidiera lo contrario el follón sería importante, las protestas en la frontera, los camiones parados, los vehículos aparcados y las colas de entrada serían perjudiciales para su economía. Además, no poner controles fronterizos demostraría que están en la Unión Europea. Como España, ni la Unión Europea, reconocerían la independencia, si establecieran controles sería más fácil salir de Cataluña que entrar. Por eso es mejor decir que no hay fronteras.d)    Decidir que el ejército español puede seguir defendiendo las fronteras para evitar el coste. Por supuesto que en sus instalaciones puede seguir utilizando la bandera roja y gualda y obedecer a su jerarquía. Lo mismo para el "Cuerpo de Policía Nacional" y la "Guardia Civil" para mantenerla Seguridad Ciudadana en niveles aceptables, como pasa en el resto de España,e)    Decidir que el ciudadano y las empresas catalanas sigan pagando a la Hacienda "Central" (denominada así para evitar otra vez la palabra: española) y luego, con esa excusa, pedir al Ministro de Hacienda de España la financiación que le toca y las ayudas del FLA (fondo de Liquidez Autonómica), dado que la Deuda Pública catalana no hay quien la compre. S&P, la agencia de calificación, la ha rebajado al nivel de bono basura.f)     Decidir que los catalanes sigan pagando a la Seguridad Social y las pensiones centrales (otra vez evitar la palabra española). Para así seguir disfrutando de sus beneficios, dado que la población catalana es más vieja que la española y le conviene.g)    .... y así sucesivamente...                                                Con todas estas decisiones la Generalidad demostraría su poder. Sería obedecida. Eso demostraría su independencia, la independencia más dependiente que jamás hubo. Paradojas de la vida. Pero, también, Mas ¿puede llegar a un ridículo espantoso?¿Está dispuesto Junqueras a convertir el Parlamento catalan en un sainete con la CUP como guionista? ¿Y los sesudos miembros de CDC que están en la lista de Junts per el Si? Las ensoñaciones nacionalistas pueden pasar de lo sublime al ridículo y para ello sólo hay que dar un paso. En este caso pequeño.