Cataluña vota en las elecciones más importantes de su historia

    • Tras el 27-S nada será igual. Las urnas ponen a prueba al independentismo y la convivencia con el resto del Estado.

'Guerra de banderas' en el balcón del ayuntamiento de Barcelona.
'Guerra de banderas' en el balcón del ayuntamiento de Barcelona.

"Somos una nación milenaria que tiene derecho a decidir su futuro". El president catalán, Artur Mas, justificaba así el pasado 3 de agosto una convocatoria electoral de "último recurso" ante la imposibilidad de celebrar un referéndum al uso, como era su deseo.

Sin duda, nada será igual tras este 27-S. Los comicios de este domingo son quizás los más trascendentes de nuestra historia democrática. Más de 5'5 millones de personas se pronuncian en las urnas sobre la relación de convivencia entre Cataluña y el resto del Estado, la legitimidad del discurso de los independentistas y el auténtico calibre de su desafío.Elecciones plebiscitarias: escaños o votos

La candidatura 'Junts pel Sí', en la que Mas concurre como número cuatro y el líder de ERC, Oriol Junqueras, quinto, ha previsto estas elecciones como un auténtico plebiscito. Pero están dispuestos a iniciar el proceso unilateral hacia la independencia avalados por los escaños, y no por los votos. Consideran así que con 68 diputados en el Parlament esa hoja de ruta quedaría avalada. El líder de CDC ha asegurado, no obstante, que el "escenario ideal" sería ganar en votos. "Cambio las elecciones por un referéndum. Yo quiero contar votos", ha insistido.

Los sondeos dan la victoria a 'Junts pel Sí', ¿necesitará a las CUP?: Las encuestas conocidas hasta ahora colocan a las candidatruas soberanistas muy cerca o incluso por encima de la mayoría absoluta. Junts pel Sí se quedaría con entre 59 y 67 escaños, lo que haría necesario el apoyo de las CUP, con hasta 11, según algunos sondeos, para iniciar el proceso. La cuestión no es menor: las CUP no están dispuestos a ser unos socios a cualquier precio y, para empezar, han descartado la posibilidad de hacer president a Mas, a quien han reprochado de forma reiterada su política de recortes y la corrupción que acecha a su partido. De apoyarse, han insistido sus dirigentes, se buscará un "hombre de consenso".

La posibilidad de que ese hombre sea el cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, tampoco parece tan clara. Romeva ha dejado claro de que la figura de Mas "no es prescindible". Desde las CUP recuerdan que el acuerdo para reelegir al expresident fue pactado entre él mismo y ERC sin contar con el resto de partidos ni entidades.¿Una mayoría alternativa?

El resto de formaciones han tratado de tender puentes entre sí para evitar una victoria del independentismo. Es el caso de 'Catalunya sí que es Pot', la candidatura que integra a Podemos, EuiA y Equo, y que no descarta un pacto con ERC y las CUP de futuro incierto por sus diferencias de base. La lista liderada por Lluis Rabell apuesta por el derecho a decidir pero a través de un proceso constituyente validado por un referéndum, mientras que las CUP exigen que la declaración inmediata de independenciay la creación de una "república catalana" habría de ser la primera acción del recién elegido Parlament.

La candidada de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha propuesto lo propio a PSC y PP, para que apoyen a su partido como la "única alternativa de gobierno viable y sensata" mientras, en cambio, ataca que ambos partidos hayan pactado con nacionalistas en su etapa de Gobierno. Los 'populares' por su parte, tientan a un PSC que defiende una propuesta en apariencia distante de modelo federal y reforma constitucional, rechazada por el partido de Rajoy. Los socialistas, entre tanto, han descartado investir a un candidato del PP como president.¿Y más allá de la independencia?

Aunque los partidos no independentistas hayan tratado de derivar la campaña a un ámbito más social, el desafío territorial ha terminado por monopolizar casi en exclusiva los discursos. Los dirigentes han insistido en sus lemas: Ciudadanos por la "alternativa", PP "por la unidad", PSC por la "hermandad" entre Cataluña y el resto del Estado y sus programas han quedado prácticamente en el olvido. Tanto la candidatura de Iglesias en Cataluña priorizan las medidas para paliar lo que consideran una situación de "emergencia social", el PP incide en la política fiscal-rebaja del tramo autonómico del IRPF, reducción del impuesto de sucesiones y donaciones y supresión del de patrimonio- y Ciudadanos centra buena parte de su programa en las medidas contra la corrupción, como la limitación de mandatos, el fin de aforamientos y la responsabilidad patrimonial de los partidos sobre sus corruptos.El 3% y la Diada

El escándalo del presunto cobro de comisiones a empresas adjudicatarias de obra públicaa través de la Fundación CatDem, de CDC- agitó en plena campaña. La oposición en pleno exigió responsabilidades a Mas, que éste trató de derivar acusando al Estado de una campaña orquestada contra su partido. El caso ha sido, no obstante, utilizado por los candidatos para afear a los convergentes que traten de resguardarse de las acusaciones en el debate soberanista.

Los independentistas, por su parte, han tratado de hacer visibles al máximo las demostraciones de fuerza para justificar el apoyo a su proyecto, con la Diada convertida en primer acto de campaña. La manifestación soberanista reunió a 1.400.000 personas según la Guardia urbana, 400.000 menos que en 2014. Mas, que declinó asistir para preservar su papel institucional, celebró la participación, pero advirtió que "en las calles se influye, pero en las urnas se decide".¿Cataluña dentro de la UE? ¿Catalanes con nacionalidad española?

El eterno debate cuando se habla de independencia, la continuidad en la UE, no ha faltado tampoco en esta ocasión. El propio Mas admitió que Cataluña tendría que pasar por un proceso de ratificación del resto de Estados de la UE. "Nos pueden dar la espalda, pero...¿durante cuánto tiempo?", defendió no obstante.

Esta misma semana, la polémica llegó en forma de una respuesta oficial de la Comisión Europea a una pregunta del parlamentario catalán del PP, Santiago Fisas. La Comisión admitió un error en su traducción al castellano en la que se añadió un párrafo en el que se advertía de que "la determinación del territorio de un Estado miembro está únicamente establecida por el Derecho constitucional nacional, y no por una decisión de un Parlamento autonómico contraria a la constitución de dicho Estado". En la versión en inglés no aparece este párrafo. Varios dirigentes internacionales, como Angela Merkel o el presidente de EEUU, Barack Obama, sí han advertido de los riesgos de que Cataluña se quede fuera de la UE.

El otro 'embrollo' ha venido a cuenta de la posibilidad de que los catalanes conservasen la nacionalidad española en una eventual independencia. El planteamiento, en una entrevista en Onda Cero, descolocó a Rajoy, incapaz de vertebrar una respuesta. La polémica está servida: aunque el artículo 11 de la Carta Magna establece tajantemente que "ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad", el supuesto no contempla por supuesto ningún caso de independencia.

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha sido otro de los últimos protagonistas por sus declaraciones sobre el riesgo de corralito en Cataluña, en caso de que decida adoptar unilateralemente la independencia. Las críticas le hicieron negar después que se tratase de una amenaza y resaltar que la posibilidad era "altamente improbable".

Antes, Felipe González había 'incendiado' al independentismo al equiparar el proceso secesionista con la "aventura alemana o italiana de los años treinta".Los riesgos de la independencia: la banca rompe el silencio

En un gesto poco habitual, la Asociación española de Banca (AEB) y la Asociación de Cajas de Ahorros (CECA) advertían en un rotundo comunicado de los "riesgos para la estabilidad financiera" de un triunfo de 'Junts pel Si'. "Se pondría en grave riesgo el objetivo de las entidades, proteger a sus depositantes y mantener el flujo de financiación", avisaban en la nota, en la que subrayaban que la inestabilidad financiera obligaría a las entidades a "reconsiderar su estrategia de implantación" en Cataluña.

Las llamadas en contra de la secesión llegaron también del mundo empresarial. El imperio de moda nupcial, Pronovias, advertía en un comunicado interno a sus trabajadores de que la empresa resultaría "difícilmente viable" en una Cataluña fuera de la UE y "aislada en materia económica, política y de seguridad". También el presidente de Freixenet avisaba de "los descalabros económicos" de la independencia.

En una declaración institucional titulada 'Unidos por la Diversidad', el Círculo de Empresarios hablaba también de los "gravísimos daños" para la economía si prospera la "pretensión separatista". Los empresarios advirtten de la deslocalización empresarial y la caída de las inversiones o el PIB, entre otras consecuencias¿En Cataluña se juegan las generales?

Aunque el escenario catalán reviste de muchas particularidades, los partidos son conscientes deque se trata de una medición de fuerzas estratégica de cara a diciembre. Es por ello que los líderes se han volcado sin igual en campaña, multiplicando su presencia en mítines por toda la comunidad, contando en algunos de ellos con toda su 'plana mayor'. El cierre de los populares contó incluso con el exdirigente francés, Nicolas Sarkozy, quien apoyó una "España fuerte y unida", necesaria, dijo, en Europa.El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha multiplicado su presencia para arropar a Rabell, que termina campaña siendo el más desconocido y con su candidatura desplazada por Ciudadanos.Del baile de Iceta al 'coleta morada'

La campaña de las catalanas ha dejado muchos momentos, algunos irrepetibles. El baile de Miquel Iceta o el 'coleta morada no entender pequeño Pujol fumar puro con gran jefe plasma', de Iglesias se convirtieron en fenómeno virales. También la tensa entrevista del candidato de 'Junts pel Sí' en el programa "Hardtalk", de la BBC, donde se quedó literamente sin palabras y desmontado por el presentador Stephen Sackur.

Todos los resultados de las elecciones en Cataluña desde 1980:



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