Elecciones catalanas: Culé, independentista y despilfarrador: ¿votaría por Laporta en unas elecciones?

  • Joan Laporta será candidato a la Generalitat al frente de su iniciativa independentista Solidaritat catalana per la Independència en las próximas elecciones catalanas. Su presidencia del Barcelona durante siete años desprende gastos excesivos y salidas de tono poco agradables, pero también tolerancia cero contra los violentos.
Joan Laporta, candidato a la presidencia de la Generalitat por Solidaritat catalana per la Independència - EFE
Joan Laporta, candidato a la presidencia de la Generalitat por Solidaritat catalana per la Independència - EFE
EFE
lainformacion.com

Joan Laporta siempre tuvo en la cabeza dejar el fútbol por la política. Algunos incluso alteran el orden de sus deseos y afirman que siempre utilizó el verde para promocionar su imagen y dar el gran salto a la disciplina de los votos. Una vez confirmado que se presentará a las elecciones catalanas, quién votará a un hombre que despilfarró el dinero de los socios del Barcelona o se derramó champán por encima en una discoteca.

Este abogado catalán (Barcelona, 1962) siempre ha vivido al borde la polémica. La última polvareda de sus decisiones al frente de la presidencia del Barcelona fue desvelada por el diario Marca, que informaba que el mandatario había gastado hasta 420.000 euros del club en relojes y joyas y otros 40.000 en servicios de seguridad de una empresa de Uzbekistán y que disponía de cuentas en varias discotecas barcelonesas donde cargaba sus dispendios en consumiciones a cargo de la entidad.

Con esta última acusación, Laporta no varió ni un ápice la estrategia de defensa utilizada durante sus siete años como mandamás culé. Para el dirigente, las críticas siempre proceden de la "caverna españolista y mediática" que no comulga con su proyecto independentista, del que era ejemplo representativo el Barcelona que él dirigía y que ahora encarna su iniciativa Solidaritat catalana per la Independència.

Unión imposible

La entrada de Laporta en el circo político no fue la que él había imaginado. Su deseo era presentarse a los comicios catalanes en una candidatura unitaria formada por todas las fuerzas nacionalistas y apuntalar un proyecto con un único objetivo: la independencia. CiU, ICV y Esquerra nunca tuvieron en mente aceptar algo parecido. Tampoco terminaron por fructificar sus esfuerzos por concurrir a los comicios catalanes junto a Reagrupament, de Joan Carretero. Ahora Laporta está obligado a volar solo.

Sin ningún otro compañero de aventuras que se haya sumado a este viaje, los nuevos militantes de su formación le eligieron este domingo como candidato a la presidencia de la Generalitat. Como sus alfiles en la lista figuran Alfons López Tena, ex vocal del Consejo General del Poder Judicial y antiguo militante de CDC; Uriel Bertran, ex miembro de ERC, y, entre las caras menos políticas, la escritora Isabel-Clara Simó.

Altercados públicos y oposición a los Boixos

El conocimiento del derroche durante su 'reinado' no es fruto de una filtración de datos privados, sino de una due diligence (una radiografía completa) solicitada por el actual presidente de la entidad, Sandro Rosell, para saber el estado de las cuentas. Gracias a ese estudio se conocieron algunos de los 'trapos sucios' de la gestión de Laporta de la caja contable culé.

Los números paridos por su equipo no son la única nota discordante en su currículo. Durante toda su presidencia fueron muchas las voces que se alzaron para señalarle como un hombre poco digno del cargo que le habían otorgado los socios. Entre algunas de sus excentricidades están el desnudo colérico con el que un día deleitó al resto de pasajeros en el aeropuerto de El Prat o los malos modos con los que trató a su propio chófer en plena calle.

Frente a sus originales salidas de tono, Laporta también destaca por sus éxitos deportivos y su tolerancia cero contra la sección más radical del Barcelona, los conocidos Boixos Nois. La época de Frank Rijkaard y, sobre todo, la de Pep Guardiola potenciaron su imagen como hombre de éxito y con capacidad para dirigir proyectos ganadores, aunque los especialistas no le señalen como uno de los ingredientes indispensables de ese cóctel vencedor. Mientras, su oposición a los violentos le convirtió en una persona amenazada y supo mantenerse firme ante los mensajes de presión.

Ahora Laporta sueña con convertise en el estandarte del independentismo catalán y recabar el mayor apoyo posible con sus años de títulos como aval. Tal vez detrás de todo eso se encuentren sus referencias al "deseo" de sus enemigos en "borrar todo lo que he ganado". El Barcelona como laboratorio de prácticas de una Cataluña independiente y pujante.

Mostrar comentarios