Inés Arrimadas, la candidata de Ciutadans al Parlament de Catalunya, ha sido contundente: "Junts pel sí no tiene diputados ni para cambiar una coma del Estatuto". Y tiene razón.
El Estatut, por su alto rango, necesita de una mayoría especializada para reformarse, tal y como se establece dentro del propio texto legal. Así, necesita una mayoría de 2/3, es decir, 90 diputados.
Si se observan los resultados electorales, la suma de los partidos independentistas, Junts Pel Sí y la CUP, solo llega a 72 asientos. Incluso si Catalunya Si que es Pot, favorable al derecho a decidir, les diera su apoyo, tan solo alcanzarían 83 escaños, cifra alejada de la mayoría que precisarían.
Si bien los líderes de la formación ganadora aseguraron ayer por la noche que la mayoría obtenida en las urnas les legitimaba para continuar con su proyecto secesionista, la realidad de la legalidad arroja una realidad distinta: poco podrán hacer para consolidar los cambios que conviertan a Cataluña en un Estado independiente.Tampoco será fácil aprobar los presupuestos
Pero no es solo para lo que no ha recabado el suficiente apoyo: otras materias como los presupuestos requieren de una mayoría absoluta de la que carecen.
Aunque con el apoyo de la CUP sí podrían llegar a aprobarse, la realidad es que, al margen de la postura separatista, poco tienen en común estas dos formaciones. El acuerdo se presenta, en consecuencia, muy complicado.
Junts Pel Sí podría recabar el apoyo de otras formaciones para aprobar los presupuestos, aunque los distintos partidos ya se han mostrado reacios a aprobar unos presupuestos más pensados en lograr la independencia que en el día a día de millones de catalanes.
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