Sanidad y empleo, lo único que une a un Parlament fragmentado

  • Para que su candidato gane las votaciones para erigirse como President, necesitaría, al menos, la abstención del CUP.

    Casi todos los partidos coinciden en rechazar la reforma laboral del PP o en la necesidad de mejorar servicios de salud como las urgencias o las listas de espera.

Romeva, cabeza de lista de Junts Pel Sí
Romeva, cabeza de lista de Junts Pel Sí

Junts Pel Sí ha ganado las elecciones catalanas. Pero eso no quiere decir que la situación gubernativa en esta región sea menos complicada que la de hace dos semanas. Sin mayoría suficiente para gobernar en solitario, el partido independentista debe buscar apoyos para garantizar su supervivencia.

El primer reto al que se enfrenta es el de elegir a su propio candidato a la Generalitat. Sin un líder claro, los diferentes miembros de la coalición deben ponerse de acuerdo para presentar a un futuro presidente ante el Parlament. Y todo ello en un plazo de dos meses.

Ni tan siquiera así tendrían todo de su lado, ya que necesitarían al menos la abstención de la CUP. Si todos los partidos se pusieran de acuerdo y presentaran un candidato alternativo, podrían arrebatarle el poder a Junts Pel Sí, aunque es una posibilidad bastante improvable.

Una vez elegido el candidato, el Parlament deberá votarle. Para salir elegido necesitaría una mayoría absoluta de la que ahora carecen. Si no la consiguiera, se pasaría a una segunda consulta en la que solo haría falta la mayoría simple.El reto de gobernar

Si lograra constituirse un gobierno, Junts Pel Sí necesitaría recabar apoyos entre los distintos partidos para cumplir, al menos una parte, de su programa electoral. Pero, ¿en qué temas coinciden los distintos grupos parlamentarios para poder llegar a acuerdos puntuales?

En primer lugar, casi todos los grupos coinciden en puntos esenciales sobre Sanidad. Así, apuestan por agilizar las urgencias, recortar las listas de espera, establecer planes integrales de salud mental...

Sin embargo, difieren en otros importantes, como dar Sanidad gratuita a los sin papeles o las privatizaciones. Sus programa electorales auguran que, si bien podrán llegar a aprobar determinadas medidas, su afinidad no es suficiente como para establecer un plan general de salud para la Generalitat.Poco probable un pacto de educación

Más complicado es el tema de educación. Durante la pasada legislatura fueron frecuentes las denuncias de partidos de distinto signo sobre la intención de ideologizar los colegios por parte del resto. La situación no ha cambiado. El catalán, o más bien el derecho a estudiar en español, sigue siendo el caballo de batalla de Ciudadanos, PP y algunos sectores del PSC.

Además, el socio natural de Junts Pel Sí, la CUP apuesta por eliminar cualquier tipo de subvención o concierto e invertir únicamente en la escuela pública.

El único punto que podría calmar los ánimos y garantizar un mínimo consenso es la importancia de luchar contra el fracaso escolar y el establecimiento de herramientas de detección temprana de problemas infantiles tales como el déficit de atención o el acoso. La ambigüedad de los programas electoral no permite tampoco dilucidar qué medidas concretas establecería cada partido y si se podría llegar a un entendimiento.A favor de eliminar la reforma laboral del PP

Si hay algo que une a todos (o casi) todos los partidos es la necesidad de derogar cuanto antes la reforma laboral que aprobó el gobierno del Partido Popular, o al menos mitigarla en la medida de las posibilidades de un parlamento autonómico. Cualquier medida de este tipo contará con el apoyo de una mayoría amplísima de los parlamentarios, excepto, lógicamente, los 11 populares.

Además, todos coinciden en medidas esenciales como incentivar económicamente las contrataciones, reducir la fiscalidad de los autónomos o fomentar la conciliación laboral.

Por último, algunas promesas electorales, pese a que no cuentan con un consenso entre los partidos, daba la mayoría de Junts Pel Sí, sí podrían aprobarse si lograran el acuerdo con otro grupo. Así, se podría reducir el IRPF a los tramos más bajos y los impuestos indirectos para bienes de primera necesidad, permitir la dación en pago en el caso de ejecuciones hipotecarias o entregar más ayudas a los jóvenes emprendedores.

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