Chile enfrenta tiempos "difíciles" pero no se rinde y sigue adelante con reformas (ministro)

  • Chile navega en un mar de dificultades por la caída del cobre y deberá mejorar la productividad para llevar a buen puerto reformas como la que busca asegurar a los más pobres la gratuidad de la educación, dijo el jueves ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.

"La economía está creciendo poco, eso creo que es lo central (y) tenemos que trabajar para empujarla", dijo Valdés en una entrevista con la AFP.

Tras el fin de superciclo del precio del cobre -el motor de la economía chilena- "viene un periodo difícil en el que hay que buscar ganancias de eficiencia, buscar ganancias de productividad para bajar costos" en la producción del metal.

Chile es el principal productor mundial del cobre cuyo precio tocó esta semana su mínimo en casi siete años arrastrado por la desaceleración de China, su mayor comprador.

Frente a este panorama, Chile cerrará 2015 con un crecimiento del PIB en torno a un 2%, el que se repetiría en 2016.

Chile creció 1,9% en 2014, su menor tasa en cinco años.

Una economía en desaceleración pone en riesgo el ambicioso plan de reformas sociales que emprendió Bachelet en su segundo mandato que inició en marzo de 2014. Su eje central es una reforma educativa en marcha despues de años de protestas estudiantiles, a menudo violentas.

La reforma promete la gratuidad universal al año 2020 pero ya en 2016 arrancó beneficiando a los estudiante más pobres, quienes volverán a estudiar gratis en Chile después de más de tres décadas.

Hacia el final de su mandato, en 2016, Bachelet prometió alcanzar con la gratuidad al 70% de los estudiantes.

"No queremos abandonar esa aspiración pero claramente se ve mucho más difícil hoy día de lo que se veía dos años atrás dado donde está la economía", advirtió el ministro Valdés.

Durante esta semana, en una treintena de universidades privadas y estatales se matriculan los primeros estudiantes en recibir la gratuidad, aliviados y sin el peso de comprometer su futuro con deudas millonarias como debían hacerlo antes de la reforma propiciada por Bachelet y que durante este año beneficiará a más de 40.000 universitarios.

"La educación es el gran cuello de botella en la productividad", piedra que impide al país avanzar, por eso es vital para el desarrollo a mediano y largo, dijo Valdés.

Inmerso en una región que se contraería 0,4% en 2015 y que crecerá apenas 0,2% en 2016, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Chile mira con "preocupación" la debacle de la economía brasileña.

"Brasil nos preocupa. La situación esperemos que vaya mejorando lo más pronto posible, nosotros comerciamos bastante con Brasil de la canasta que no es cobre", y eso implica estar alerta, agregó el funcionario que tomó el cargo en mayo en un inédito cambio de timón que sorprendió dentro y fuera del país, distinguido por mantener por largos periodos al mandamás de economía.

"Nos interesa mucho tener una Sudamérica fuerte, creciendo de vuelta porque a todos nos va a mejor con eso", puntualizó.

Con ingresos menores, el déficit fiscal es seguido minuciosamente por el gobierno que estima que el mismo sea levemente superior al 3% al cierre de 2015.

"El déficit es un tema que seguimos muy de cerca (...) no es un misterio que con la disminución del precios del cobre las finanzas públicas de Chile están más estresadas que antes", confesó Valdés.

"Vamos a tener que ser muy cuidadosos en cómo gastamos, el ritmo de gasto y cuidar cada peso. Estamos en una etapa que las cuentas fiscales están con menos holguras que las que nos gustaría", advirtió.

Reiteró que la clave estará en extender en el tiempo algunas inversiones priorizando las más necesarias e irrenunciables.

Sin fatalismos pero consciente de ser el director de una nave que transita aguas turbulentas, Valdés concluyó: "vamos a hacer todo lo necesario para poder hacer que esta economía vaya a creciendo más, siga generando empleo, siga mejorando en su tejido social" que le permita avanzar en desarrollo.

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