Ciberguerra, narcos, refugiados: Berlinale abre la puerta grande al documental

  • De la guerra cibernética al drama de los refugiados, pasando por los estragos del narcotráfico en México, la cruda realidad está muy presente en esta 66ª Berlinale con dos documentales en competencia y muchos otros en secciones paralelas.

A menudo relegado como un género menor, Berlín optó este año por dar especial protagonismo al documental, como lo demostró el estreno de "Zero Days", apasionante relato de la guerra en internet de Estados Unidos e Israel contra Irán.

El director norteamericano Alex Gibney espera que su documental, que compite por el Oso de Oro, genere un debate sobre la guerra subterránea sin bombas ni soldados que se libra en el espacio virtual de internet.

Citando fuentes de inteligencia, el documental asegura que Estados Unidos e Israel desarrollaron un plan en ese campo mucho más ambicioso de lo que se pensó inicialmente.

Las instalaciones nucleares iraníes fueron temporalmente neutralizadas en 2010 por un virus denominado Stuxnet, que se sospecha fue desarrollado por Estados Unidos e Israel, aunque ninguno de los dos gobiernos lo admitió.

Fue probablemente el primer virus diseñado no solo para robar información o intervenir computadoras sino también para dañar instalaciones.

La película de Gibney cita fuentes anónimas de la CIA y el NSA al describir una operación cibernética encubierta, bautizada "Nitro Zeus", que hubiese ido mucho más lejos --dañando infraestructura iraní civil y militar-- en caso de haber fracasado el diálogo diplomático.

El plan de contingencia cibernético fue preparado ante la eventualidad de un ataque unilateral de Israel contra Irán, arrastrando a Estados Unidos a una guerra, asegura el filme.

Fuera de competencia, en la sección Forum consagrada al cine de vanguardia, destacó "Tempestad" de Tatiana Huezo, una road-movie que narra la historia de dos mujeres víctimas de la violencia que genera el narcotráfico infiltrado en las estructuras del Estado mexicano.

Una de ellas cayó por un delito que no cometió en una cárcel de Matamoros (sur) convertida en industria institucionalizada del secuestro generador de recursos para beneficio del cartel del Golfo.

La otra mujer, cuyo rostro tampoco se ve, es una madre que busca hace diez años a una hija desaparecida, al parecer a manos de las propias fuerzas de seguridad, probablemente para ser explotada en una red de prostitución.

"En México la violencia está fuera de control, afuera y adentro de las cárceles, no se trata de un caso aislado y es muy importante poder romper el silencio, vernos en el espejo a través del testimonio que vivió una realidad que estamos padeciendo todos", dijo la realizadora a la AFP.

El poder de este filme sensible de la cineasta de 44 años nacida en El Salvador radica en superponer al testimonio real de la narradora a las imágenes cautivantes del paisaje social mexicano. "Hay un trabajo importante estético, formal y narrativos profundos", señaló Huezos.

"Cuando uno viaja mirando por la ventana uno se abstrae y la cabeza se dispara a otro lugar. La película deja un espacio importante para que cada quien detone, en su imaginación sus propios fantasmas, miedos y monstruos".

Ganador del León de Oro en Venecia en 2013 con un documental sobre habitantes marginales suburbanos de Roma, el italiano Gianfranco Rosi aspira ahora al Oso de Oro y por lo pronto ya cosechó muchos aplausos con "Fuocoammare" (El mar en llamas) en la Berlinale, cuyos organizadores hicieron hincapié en el tema de los refugiados que llegan masivamente a Europa desde de África y Medio Oriente.

Visto desde el punto de vista de la pequeña isla de italiana de Lampedusa, donde los lugareños hacen frente como pueden al fenómeno, el filme muestra el drama de miles de personas que buscan entrar ilegalmente a la Unión Europea y la gran cantidad que muere en el intento.

"Pienso que somos todos responsables de esta tragedia, tal vez la más grande que hayamos visto en Europa desde el Holocausto", dijo Rosi. "Si no hacemos nada, nos convertimos en cómplices".

Sin voz en off ni comentarios, la película muestra paralelamente a la llegada de los refugiados la vida de Samuele, un chico de 12 años, de un médico y de un pescador de erizos.

Fuera del género propiamente documental, el primer "biopic" dedicado al destino trágico de Ana Frank también fue presentado este miércoles en la Berlinale como un llamado a "una actitud más positiva hacia los refugiados" que llegan a Europa.

"Si nuestra película sobre el destino de una familia judía perseguida y destruida puede contribuir a fomentar una actitud más positiva hacia los refugiados, entonces podemos estar orgullosos", indicó Fred Breinersdorfer, autor del guión de esta nueva versión de "El diario de Ana Franck".

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