Ciudad libia de Derna se blinda para impedir la vuelta del EI

  • Con sacos de arena, bloques de hormigón y francotiradores encaramados a los edificios, los hombres armados de la ciudad libia de Derna se preparan para impedir el regreso del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Bastión histórico de los islamistas radicales, esta ciudad situada a 1.100 km al este de Trípoli cayó en 2014 en poder del EI, que fue expulsado por una coalición heteróclita de milicias, sobre todo yihadistas, en julio de 2015.

Desde entonces, el EI, que ocupa posiciones a las afueras, lanzó varias ofensivas contra la ciudad, repelidas por una coalición de milicias, el Consejo de la Shura de los revolucionarios de Derna.

Sin ir más lejos, el lunes, seis milicianos del Consejo de la Shura murieron en combates en un nuevo intento de incursión del EI en el sudeste de la ciudad.

En el este de Derna, los milicianos reforzaron sus posiciones, con sacos de arena, y desplegaron francotiradores en los edificios más altos.

En el oeste, un tanque se posicionó frente a una colina para vigilar cualquier movimiento sospechoso de los yihadistas.

Troncos de árboles y bloques de hormigón cortan el paso en varios cruces de carretera. Los combatientes también cuentan con puestos de control en distintos puntos de la ciudad.

"Hemos decidido luchar contra el grupo (EI) debido a sus crímenes. Lo hacemos por Dios y por la patria", afirma un comandante en el frente este de la ciudad.

"Somos jóvenes libios que no pertenecemos a ningún grupo o movimiento, luchamos para acabar con la injusticia", añadió.

En el interior de la ciudad, las únicas armas visibles son las de la policía.

En la plaza central, bautizada "plaza del castigo", Mohamed al Mansuri intenta olvidarse de las ejecuciones, de las manos cortadas y de las torturas del EI

"En esta plaza, Dáesh (acrónimo árabe del EI) ejecutaba sus condenas. Y desde ella quiso propagar el terror para imponer su poder", contó.

Pero "hemos expulsado al grupo", dijo. ¡No volverán!".

A unos metros de allí, del edificio que servía de oficina para el tribunal islámico no quedan más que muros ennegrecidos. Fue incendiado tras la huida de los yihadistas.

"El grupo (EI) cerró el consejo municipal y nos metió en la cárcel", cuenta su jefe, Mohamed Estita. "En la actualidad cooperamos con el Consejo de la Shura para garantizar la seguridad de la ciudad y las necesidades cotidianas de los habitantes". Las comisarías también reabrieron las puertas.

El Consejo de la Shura de los revolucionarios de Derna insiste en que no lo asocien con grupos extremistas como Ansar Asharia, próximo a Al Qaida y con presencia en la ciudad, así como en Bengasi (este) y Sabrata (oeste).

Además de luchar contra el EI, se enfrenta a las fuerzas del gobierno reconocido por la comunidad internacional, exiliado en el este del país desde que una coalición de milicias -Fajr Libya- tomó el control de la capital en 2014.

Estas fuerzas, dirigidas por el general Jalifa Haftar, llevaron a cabo ataques aéreos contra Derna después de haberse intentado apoderar de ella. El 7 de febrero, una mujer, su hijo y dos combatientes murieron en un bombardeo no identificado sobre un hospital local.

Libia está sumida en el caos desde la caída del coronel Muamar Gadafi en 2011. El EI ha ganado terreno en el país y controla la ciudad costera de Sirte, a 450 km al este de Trípoli.

En Derna, los habitantes esperan haberlo expulsado para siempre. En uno de los muros de la ciudad, la inscripción "el Estado Islámico está aquí para quedarse" fue emborronada y sustituida por: "la voluntad de Dios es la que se queda".

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