Clegg posiciona a los liberaldemócratas como pieza clave en el gobierno

  • El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, posicionó hoy a su Partido Liberal Demócrata como pieza clave en cualquier gobierno que surja de las elecciones de 2015 y afirmó que solo ellos pueden garantizar una reducción "justa" del déficit estatal.

Judith Mora

Londres, 8 oct.- El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, posicionó hoy a su Partido Liberal Demócrata como pieza clave en cualquier gobierno que surja de las elecciones de 2015 y afirmó que solo ellos pueden garantizar una reducción "justa" del déficit estatal.

En su discurso ante el congreso anual de la formación en Glasgow (Escocia), Clegg insistió en que solo los liberales pueden construir "una economía más fuerte y una sociedad más justa", frente a la gestión financiera deficiente que atribuye a los laboristas y "la mezquindad" de los conservadores.

Con los conservadores del primer ministro, David Cameron -con quienes actualmente los liberaldemócratas gobiernan en coalición-, el Reino Unido sería un país "dividido" y "más mezquino", mientras que el Partido Laborista de Ed Miliband ofrece, según Clegg, un "nirvana" inalcanzable.

Clegg compareció ante el congreso con el reto de recuperar la credibilidad y volver a conectar con el electorado de cara a los próximos comicios, entre encuestas que sitúan a su formación en último lugar en intención de voto.

Según un sondeo del fin de semana, los conservadores van en cabeza, con un 36 % del apoyo, seguidos de los laboristas, con el 34 %, y el antieuropeo UKIP -actualmente sin representación parlamentaria-, con el 13 %, frente al 7 % de los liberaldemócratas.

Pese a su dañada imagen y haber perdido buena parte de su base electoral, Clegg subrayó que su formación sigue siendo relevante y es el único garante de "valores positivos".

"Somos ahora el partido que defiende valores decentes y liberales, mientras que crecen la furia y las acusaciones. El único que rechaza recurrir al miedo porque pensamos que lo que quiere el pueblo británico de su política es esperanza", afirmó Clegg, ovacionado por sus correligionarios.

El Partido Liberal Demócrata ha quedado muy desgastado después de casi cinco años de gobierno con los 'tories' de Cameron, en los que ha respaldado impopulares recortes y roto varias promesas electorales, como no subir las tasas universitarias.

En su discurso, Clegg, que aseguró haber "aprendido las lecciones", instó a que no se les juzgue "por la única cosa" que no han hecho (el compromiso con la educación superior) y sí, en cambio, por "las múltiples iniciativas" que han impulsado, entre ellas la subida del umbral a partir del cual se paga el impuesto sobre la renta o las ayudas para el cuidado infantil.

Antes del discurso, el líder liberal ya anunció varias políticas que formarán parte de su manifiesto electoral, como seguir subiendo el umbral de ese impuesto hasta 12.500 libras anuales en 2020 (unos 16.000 euros) o invertir mil millones de libras (1.300 millones de euros) al año adicionales en el servicio nacional de salud.

El impulso a la salud mental, con la reducción de las listas de espera, "estará en la portada del manifiesto", dijo hoy Glegg, que hizo de esta medida el anuncio estrella de su intervención en el congreso.

Añadió además que, si llegan al gobierno -algo que, a día de hoy, solo podrían lograr en coalición-, potenciarán una economía verde con coches eléctricos y más energía renovable e introducirían el comedor escolar gratuito.

Sin opciones de ganar en solitario, el Partido Liberal Demócrata confía en impedir en 2015 una victoria por mayoría absoluta de los dos principales partidos, conservadores y laboristas, para así erigirse como una pieza clave en un eventual gobierno de coalición.

"Habrá más coaliciones", pronosticó hoy Clegg, que ha basado su estrategia en subrayar el papel compensatorio que puede ejercer su partido en un gobierno encabezado por un rival.

Dado el particular sistema electoral del Reino Unido, en que el escaño lo gana el candidato más votado en cada circunscripción, es posible que los liberales de Clegg se mantengan como tercera fuerza parlamentaria incluso si obtienen, como apuntan los sondeos, menos votos a nivel nacional que el UKIP.

Tras pronunciar su apasionado discurso, recibido con aplausos por los militantes, Clegg fue a encontrarse con su esposa, la española Miriam González, que para la ocasión se vistió con blusa blanca y falda de tubo amarilla, el color de los liberaldemócratas.

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