Colombia se acerca a las verdades de 55 años de conflicto en un crudo informe

Ana Gómez

Bogotá, 24 jul.- Un crudo informe del Centro Nacional de Memoria Histórica, el primero que se elabora en Colombia, acercó hoy al Gobierno y a la sociedad las verdades de lo acontecido al cabo de casi 55 años de conflicto.

Esta institución estatal elevó el documento al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y a dos representantes de las víctimas como lo ordenaba la Ley 975 de 2005 (de Justicia y Paz), en un acto que congregó a centenares de personas en el Patio de Armas de la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.

Se trata de un ejercicio similar al de una comisión de la verdad, con la peculiaridad de que el conflicto permanece activo, destacó el director del centro, Gonzalo Sánchez, en una rueda de prensa.

El informe "Basta ya. Colombia: Memorias de guerra y dignidad" recoge las cifras más escalofriantes de los crímenes cometidos durante el conflicto armado, desde 1958 hasta 2012, y las dinámicas de la confrontación, así como los testimonios de las víctimas y esfuerzos de resistencia pacífica, con el fin de comenzar a construir memoria y verdad.

Así, el recuento de más de medio siglo de conflicto sería el siguiente: 220.000 asesinatos documentados, 5.712.506 desplazamientos forzados, 25.007 desaparecidos, 16.340 asesinatos selectivos, 1.982 masacres, 27.023 secuestrados, 1.754 víctimas de violencia sexual y 6.421 casos de reclutamiento forzado, entre otras.

Estas cifras resultan del cruce de información de varias bases de datos, publicaciones en prensa y estudios, aunque según la coordinadora del informe, Martha Nubia Bello, estos "no pueden dar cuenta de lo que pasó porque los actores armados acudieron a estrategias para la invisibilización" de los hechos.

La investigación también reparó en las responsabilidades y, según Sánchez, se concluyó que "los paramilitares asesinaron más que las guerrillas mientras que estas secuestraron y causaron más destrucción que los paramilitares".

Las víctimas, destinatarias últimas de este documento para reconocer su memoria, según los autores, agradecieron por su parte este esfuerzo por hacerlas visibles después de décadas "silenciadas".

También llamaron a ponerle fin al conflicto: "Basta ya Colombia de tantos horrores, de tanto lastimarnos. No queremos seguir padeciendo los horrores de esta guerra maldita", dijo la portavoz de víctimas Esther Polo.

"Debemos reconocer que tocamos fondo y que la guerra se deshumanizó y nos deshumanizó", manifestó el presidente.

Santos agregó: "Nos llegó el momento de construir memoria a partir de la verdad. Y esa responsabilidad no es solo mía, ni del Gobierno, o de las víctimas y los victimarios. No. Es un asunto de todos".

El presidente ratificó el compromiso de su Gobierno con la paz a través de sus políticas sociales y de las negociaciones con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana.

Por su parte, Sánchez aspiró a que el informe de 430 páginas se convierta pronto en una herramienta para la mesa de negociaciones de La Habana que además lleve a las partes a la reflexión sobre sus actuaciones en el conflicto.

El analista político León Valencia opinó en declaraciones a Efe que es "fundamental que las partes conozcan el informe para que los que están sentados a la mesa asuman sus responsabilidades y que los que no están aún las afronten también".

Valencia, que fue guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla del país, aludió con su comentario a la posibilidad de que ese grupo aborde también un diálogo de paz.

Por el momento, el presidente admitió que hay que reconocer "otra de esas verdades incómodas" como es la eventual connivencia de los organismos del Estado con grupos armados ilegales y la omisión de la fuerza pública en algunas etapas del conflicto armado interno.

"El Estado debe investigar y sancionar estas conductas para cumplir con los derechos a la verdad y la justicia de las víctimas", exhortó.

Santos se comprometió a seguir las recomendaciones del informe, que sugieren fortalecer las instituciones: "Debemos concentrarnos en reconocer a las víctimas y en satisfacer sus derechos a través de una estrategia integral de justicia transicional que permita al mismo tiempo el logro de la transición hacia la paz", dijo.