Comenzó la investigación judicial de la misteriosa muerte de espía británico

  • Una investigación judicial para aclarar la misteriosa muerte del agente de los servicios de inteligencia británica (MI6) Gareth Williams comenzó hoy en un tribunal de Londres en medio de una gran expectación mediática.

Londres, 23 abr.- Una investigación judicial para aclarar la misteriosa muerte del agente de los servicios de inteligencia británica (MI6) Gareth Williams comenzó hoy en un tribunal de Londres en medio de una gran expectación mediática.

El cuerpo del agente galés, un matemático de 31 años dedicado a descifrar códigos para los servicios secretos del Reino Unido, fue encontrado el 23 de agosto 2010 dentro de una gran bolsa de deporte cerrada con un candado en el cuarto de baño de su apartamento en el barrio londinense de Pimlico.

La autopsia no pudo determinar las causas de una muerte que la policía considera "sospechosa e inexplicada", por lo que, según el sistema británico, debe ser un magistrado forense quien determine las circunstancias del fallecimiento a través de una investigación judicial.

El eje sobre el que girará el proceso que hoy se inició en un tribunal de la capital británica será determinar si Williams se suicidó, o bien otra persona estuvo implicada en su muerte.

La juez forense encargada del caso anunció durante la primera jornada del proceso judicial que todas las declaraciones de los testigos serán públicas, si bien algunos datos sensibles para la seguridad nacional se mantendrán en secreto.

Entre los 37 testigos que comparecerán en el proceso se encuentran cuatro agentes del MI6, cuya identidad permanecerá oculta; al menos un miembro del centro de escuchas británico, conocido por sus siglas GCHQ y cuyas actividades son secretas, así como expertos en toxicología.

El hallazgo del cuerpo del espía cuando llevaba dos semanas muerto despertó en 2010 la atención de los medios británicos e internacionales, lo que llevó hoy a que tres cadenas de televisión y cinco grupos periodísticos del Reino Unido reclamaran a la juez forense Fiona Wilcox que se hagan públicos vídeos, fotografías y documentos relacionados con el caso.

El representante de Scotland Yard en el proceso, Vincent Williams, señaló por su parte que "está en marcha una investigación compleja" sobre la muerte del agente del MI6, por lo que opinó que "hay que trazar la línea que separa la justicia abierta" de una investigación criminal.

"Hay posibilidades de que más adelante se establezcan cargos criminales", señaló Williams, que recalcó que se debe actuar con cautela al desvelar información sobre el caso.

A ese respecto, la juez forense Wilcox resolvió que todas las comparecencias en el proceso serán públicas, si bien algunos datos sensibles, como la identidad y el aspecto de los agentes de inteligencia que comparecerán en el tribunal, permanecerán ocultos.

El juicio deberá determinar si algún agente "especializado en artes oscuras" -tal y como describió el abogado de la familia de Williams, Anthony O'Toole, en una audiencia previa al juicio- pudo ser el responsable de la muerte del matemático, que se graduó en la universidad galesa de Bangor con tan solo 17 años.

Los expertos deberán determinar si es físicamente posible que Williams se metiera por sí mismo en la bolsa de deportes, así como si pudo haber otra persona en la escena del crimen, a pesar de que las entradas de la casa no estaban forzadas y que no se hallaron restos de ADN y huellas dactilares distintas a las del fallecido.

Los investigadores también tendrán que resolver si el matemático, cuyo cuerpo no presentaba signos de violencia, podría haber sido drogado, a pesar de que todos los análisis de sangre que se practicaron tras su muerte resultaron normales.

Tras la muerte de Williams, su familia lo describió como un amante del deporte, "generoso" y extremadamente "reservado con su vida privada".

"Yo sabía que trabajaba en el cuartel general del MI6 y que había estado trabajando en Londres, pero no sabía lo que hacía. No es que no debiéramos hablar sobre su trabajo, sencillamente nunca le pregunté y él nunca me lo dijo", explicó William Hughes, tío del fallecido.

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