Comicios en Guyana transcurren sin incidentes y con optimismo de candidatos

Castries, 28 nov.- La jornada electoral en Guyana transcurría hoy sin incidentes de importancia y con los dos candidatos principales a la presidencia, el oficialista Donald Ramotar y el opositor David Granger, convencidos de su triunfo, aunque el favorito según las encuestas es el primero.

Un total de 475.496 guyaneses están llamados a elegir al sucesor del socialista Bharrat Jagdeo en la Presidencia y a los 53 miembros de la Asamblea Nacional electivos (otros 12 son de designación del presidente).

Guyana, país con fronteras con Brasil, Surinam y Venezuela e integrante de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), tiene un sistema parlamentario, según el cual es el candidato del partido que obtiene la mayoría el que asume la Presidencia del país.

Los primeros resultados se conocerán bien entrada la noche, según los medios locales.

En las elecciones de hoy los votantes de este rico país decidirán si apuestan por la continuidad en una de las economías que más crece de la región y que se ha lanzado a la búsqueda de inversores para su prolífico sector minero, o si por el contrario apuestan por el relevo de un Gobierno que lleva ya casi dos décadas en el poder.

Durante ese tiempo el país ha logrado salir del caos socioeconómico en que estaba envuelto, y su tasa de crecimiento actual ronda el 4 % anual, aunque el Gobierno de Jagdeo, que no puede aspirar a un tercer mandato, a menudo ha sido criticado por los problemas de seguridad, muy ligados al tráfico de drogas y las bandas que lo controlan.

En declaraciones a medios locales, Ramotar, de 61 años y candidato del gobernante Partido Popular Progresista Cívico (PPPC), de orientación socialista, manifestó su confianza en que será elegido y prometió establecer "un Gobierno que pueda representar los intereses de toda la población" y mejorar las condiciones de vida.

Con el mismo optimismo en la victoria se manifestó Granger, un exgeneral que encabeza la Asociación para la Unidad Nacional (ANPU), la principal fuerza opositora, que engloba al Congreso Nacional del Pueblo, el rival tradicional del PPPC, que es apoyado por la comunidad negra urbana fundamentalmente.

Granger dijo que "los guyaneses han entendido el mensaje" de su partido y le van a dar su apoyo.

Estas elecciones son "enormemente diferentes" a otras anteriores, ya que "ha habido un enorme impulso por parte de la población y la gente ha asistido en miles a nuestras reuniones. Hay una ola de expectativas de que la vida será mejor para la gente de Guyana", agregó Granger, de 66 años.

Aunque reconoció que la base de apoyo tradicional de APNU parece haberse reactivado, Ramotar dijo que sigue confiando en que ni esa agrupación ni la Alianza por el Cambio (AFC), que lleva como candidato a Khemraj Ramjattan, serán capaces de vencer al PPPC, que lleva en el poder 19 años y es ampliamente respaldado por la minoría india del país.

"De eso no hay duda, porque desde 1992 el PPPC ha ido ganando cada vez más votos. Creo que esta elección será más grande porque hemos sido capaces de demostrar que no discriminamos a nadie en nuestras políticas de gobierno y que los recursos del país se ha distribuido a todas las regiones de manera muy justa", dijo Ramotar.

Desde hace semanas las principales fuerzas políticas han estado llamando al mantenimiento de la paz para evitar episodios de violencia como los ocurridos en otros comicios, y conscientes de que la tensión entre las dos principales etnias del país, indios y afroamericanos, es peligrosa.

Por décadas las elecciones de Guyana han estado plagadas de denuncias, que en ocasiones han desembocado en violencia, de que el padrón electoral contiene nombres de personas fallecidas y de inmigrantes, por lo que para estas elecciones se ha hecho un esfuerzo de revisión de esas listas.

En las elecciones de 2001 se produjeron durante días violentos enfrentamientos entre las dos comunidades étnicas mayoritarias en el país.

En los meses previos a los comicios de 2006 el país sufrió también una oleada de crímenes que las fuerzas de seguridad del Estado fueron incapaces de frenar. El entonces ministro de Agricultura, Satyadeow Sawh, fue asesinado, así como cinco trabajadores de un periódico.