¿Cómo convertir un neumático en hierba de fútbol artificial?

  • El reciclaje de las cinco ruedas de nuestros coches tiene múltiples destinos, desde el césped artificial hasta pistas de atletismo, pasando por el suelo de los nuevos parques infantiles.
Una planta de reciclaje tritura los neumáticos para convertirlos, por ejemplo, en material para césped artificial
Una planta de reciclaje tritura los neumáticos para convertirlos, por ejemplo, en material para césped artificial
Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje
Creu Ibáñez

Desde combustibles menos contaminantes hasta materia prima para fabricar los campos de fútbol de hierba artificial, las rápidas pistas de atletismo donde Usain Bolt bate sus récords, o los parques infantiles donde los niños juegan en los columpios. Todos, a pesar de sus usos dispares, tienen un componente en común: los neumáticos reciclados, explica Álvaro Rodríguez, portavoz de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje.

Cuando nos deshacemos de las ruedas de nuestros vehículos estas pueden tener cuatro destinos. Las partículas de tamaño intermedio, más o menos como un grano de arroz, sirven para rellenar campos de césped artificial. La utilización de este caucho produce prácticamente la misma amortiguación que la tierra. Un destino muy utilizado en los últimos meses gracias al Plan E, explica Rodríguez.

Esta característica hace que los neumáticos triturados también se destinen, junto a hormigón, a las pistas de atletismo. Gracias a este material se favorece la tracción y genera que la pisada de los corredores sea menos brusca.

Además, los restos triturados de los neumáticos también son el componente principal de los nuevos suelos elásticos prefabricados de los parques infantiles, así como para la fabricación de materiales aislantes, tanto térmicos como acústicos.

Sin embargo, la reutilización sigue siendo el mejor destino ambientalmente hablando, sobre todo con la rueda de repuesto, que está prácticamente nueva, por lo que tras pasar un control técnico se puede volver a usar, con el ahorro de costes que supone, tanto económicos como ambientales.

Otro destino de los neumáticos es el recauchutado, sobre todo en las ruedas que, a pesar de tener el dibujo desgastado, si mantienen la estructura en buen estado, sólo se precisará cambiar la banda de rodadura. Así, si una rueda nueva tiene una vida entre 30.000 y 35.000 kilómetros, la recauchutada dura unos 25.000.

Sólo un 30% de los neumáticos desechados no se recicla de este modo y se destina a combustible, sobre todo para cementeras, ya que el neumático, comparado con carbón normal, es igual de calorífico y tiene menos azufre, por tanto menos contaminante, asegura el portavoz de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje.

Alternativas como estas permiten dar una salida más útil y eficiente al elevado volumen de neumáticos fuera de uso que España genera cada año, puntualiza Rodríguez, que añade que España recicla anualmente 314.000 toneladas de ruedas, un 10% más que la media europea, según un informe realizado por la Asociación Europea de Fabricantes de Neumáticos y Productos de Caucho.

Mostrar comentarios