"Competimos con el coche en propiedad"

"Nuestra historia nace como el chiste: érase una vez un francés, un escocés y un alemán…". Con sentido del humor presenta Philippe Remise la corta andadura de la empresa Respiro Carsharing, que este informático francés creó en marzo de este año con dos compañeros de MBA, el escocés Claus Biernoth y el alemán Ian Paterson. Eran los únicos padres de su promoción, y quisieron lanzarse en un negocio que tuviera en cuenta el futuro de sus hijos. "Madrid está llena de coches, así que pensamos en un modelo de negocio que aligerara el tráfico", explica Remise. El resultado fue un servicio de alquiler de vehículos por minuto, "que diera un respiro a la ciudad". Por 0,15 céntimos de euro, cualquiera que tenga permiso de conducir puede ponerse al volante de un modelo Mini o Renault.

El precio incluye el vehículo, el seguro, los kilómetros, el mantenimiento, el aparcamiento y la gasolina. ¿Más barato que un taxi? "Sí, pero no competimos con el taxi, sino con el coche en propiedad", explica Remise. Por cada vehículo de alquiler, desaparecen diez automóviles de la calle, según la media europea del sistema de carsharing. Londres, que no ha pestañeado al instaurar una tasa de congestión que limpie la urbe de humo y de atascos, ha puesto 4.000 plazas de aparcamiento disponibles para el servicio de alquiler de coches por minuto.

"El coche permanece el 95% del tiempo aparcado. Si a eso se añade el pago del seguro, de las reparaciones y las emisiones de CO2, ves que no tiene sentido", explica Remise, director de la compañía y el único que los tres socios que por el momento se dedica a ella al 100%. Sus dos compañeros de aventura compaginan esta con otras actividades, hasta que Respiro vuele con beneficios, en 2012, según sus previsiones. Los tres se dieron cuenta de que hay una demanda real de gente dispuesta a renunciar a un vehículo propio. "Incluso algún cliente nos ha contado que ha vendido su automóvil ahora que sabe que existimos", explica.

Una cuota de socio de 50 euros anuales (la mitad si el usuario tiene abono de transportes) da derecho a la tarjeta de Respiro, con la que el usuario puede reservar un vehículo para un mínimo de media hora por teléfono o por internet, 24 horas al día, todos los días del año. La tarjeta lleva incorporada el sistema de identificación por radiofrecuencia RFID, de forma que al pasarla por el lector instalado en el parabrisas, el coche se abre, listo para la conducción.

Desde marzo, la flota de 10 coches de Respiro ha atraído a unos 200 clientes. Su objetivo es alcanzar la media europea, "de cuatro horas y 60 kilómetros por cada uso, unas dos veces por semana", explican desde la compañía. Respiro quiere ser un servicio de barrio, "para gente que vive o trabaja cerca de donde están los coches". Por el momento se pueden alquilar en los distritos de Chamberí, Centro y Latina.

La compañía confía en que la participación de la Administración abarate el coste. "En Barcelona, donde este servicio es municipal (www.avancar.es), se han liberado plazas de aparcamiento para el carsharing. Así se evitan los costes de parking", explican desde la empresa.