Comunidad dice que el PRUG del Sureste quiere equilibrar las actividades tradicionales y la protección al medio ambiente

  • Niega falta de trasparencia en su redacción y dice que ecologistas critican un plan 'cuando llevan 9 años pidiendo su aprobación'

Niega falta de trasparencia en su redacción y dice que ecologistas critican un plan "cuando llevan 9 años pidiendo su aprobación" MADRID, 11 (EUROPA PRESS) La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio afirmó hoy que el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Regional del Sureste apuesta por equilibrar las actividades tradicionales de este zona y la protección del medio ambiente, para así acabar con los vertidos ilegales. Asimismo, negó que el documento aprobado el pasado jueves en Consejo de Gobierno haya sido redactado en la clandestinidad y sin transparencia, como así manifestaron varias organizaciones ecologistas y el PSOE, y aclaró que "han tenido el texto a su disposición en todo momento, con la posibilidad de realizar todo tipo de alegaciones". De hecho, desde el departamento que dirige Ana Isabel Mariño señalaron a Europa Press que el 25 por ciento de las alegaciones al borrador del plan, presentado en 2005, se han incluido en el proyecto final, aprobado hoy en Consejo de Gobierno. Además, acusaron a los grupos ecologistas de su "actitud negativa" al reclamar durante nueve años la aprobación de un plan "del que ahora se quejan", al tiempo que recordaron que deben respetar las funciones del Gobierno regional como órgano encargado de aprobar el PRUG. La Consejería explicó que el objetivo del PRUG es regular la actividad de una zona "muy compleja", ya que en el enclave conviven industrias de áridos, agricultura, infraestructuras como el AVE y niveles de protección europeos y de aves. "Lo que se ha pretendido es equilibrar esa actividad tradicional de las graveras con el medio ambiente. No se puede pretender es acabar con esta industria tradicional en los tiempos que corren", indicó un portavoz regional de Medio Ambiente, en respuesta a la reivindicación de los ecologistas de suspender este tipo de actividades en el Parque del Sureste. No obstante, precisó que se controlará de forma "férrea" estas explotaciones, ya que no se permitirá una actividad anual de más de 250 hectáreas y, como compensación, se obligará a las empresas de explotación de áridos a restaurar el doble del terreno explotado. Asimismo, según el proyecto consultado por Europa Press, se suspenderán cautelarmente todas las actividades extractivas que, sin contar con las autorizaciones exigidas por la legislación, estén generando en el medio daños graves e irreversibles. También se preservará una franja de protección de 50 metros de el hueco de explotación y cualquier carretera, curso o masa de agua existentes en torno ala explotación, entre otras imposiciones. "Las medidas compensatorias, que se determinarán caso por caso, consistirán en la ejecución de actuaciones para la protección, mejora y recuperación del Parque Regional. Su cumplimiento se configura como una obligación independiente de la ejecución de los planes de restauración que, con arreglo a la normativa minera, deberán ser ejecutados en todo caso para estas nuevas actividades mineras que se autoricen", señala el plan. La Consejería negó, igualmente, que se permita las restauraciones de graveras con tierras contaminadas. Así, en la normativa para la protección del suelo y de los recursos geológicos del PRUG se indica que, con carácter general, se prohíben los vertidos y el depósito incontrolado se residuos y el vertido incontrolado de materiales procedentes del exterior del Parque sobre cualquiera de los terrenos del ámbito al que afecte el presente Plan. En este sentido, para favorecer las actividades restauradores del medio natural, previa autorización del departamento que dirige Marilño, se autorizará el aporte de tierras para la regeneración de la vegetación o restauración de hábitats, par ala reposición de suelo agrícola en las zonas autorizadas para ello. "En la restauración, acondicionamiento o relleno de terrenos afectados por actividades extractivas abandonadas sin plan de restauración u otros huecos, siempre que se utilicen exclusivamente tierras no contaminadas procedentes de excavación. En caso de usar tierras extraídas por tuneladoras o cuando durante el proceso de extracción se pusiera de manifiesto cualquier indicio de contaminación, deberá requerirse que se proceda a su caracterización y que ésta acredite que no reúne características de peligrosidad", prosigue el PRUG.CAMPOS DE GOLF: COMO MÁXIMO EN 70 HECTÁREAS Respecto al permiso para la instalación de futuros campos de golf, la Consejería recordó que podrán dedicarse como máximo 70 hectáreas para usos deportivos "de las 31.000 que componen el parque" y que, si se llevan a cabo, deberán contar con una previa declaración de impacto ambiental, utilizar agua reciclada, realizar un proyecto de reforestación de especies autóctonos y otros requisitos muy concretos. Entre ellos, el plan especifica que una décima parte de la instalación debe ocupar el exterior del espacio protegido, en zonas degradadas y en terrenos principalmente llanos. Además, los movimientos de tierras se limitarán la mínimo imprescindible, respetando la topografía inicial y conservarán la máxima superficie posible de vegetación natural, a la que se someterán tratamientos de mejora que deberán ser aprobados por la Administración del Parque Regional, entre otras especificaciones. Sobre la caza, la Consejería de Medio Ambiente indicó que aún no están fijadas las zonas de caza y que su estudio se llevará dentro del plan de ordenación cinegética a la Junta Rectora, que se reúne hoy. "Lo fundamental del PRUG es que apuesta por el equilibrio ambiental, acaba con los vertidos ilegales y regula las actividades de esa zona, que es su objetivo. Se ha tenido en cuenta la opinión de todas las asociaciones y se desarrollado con toda la transparencia que permite la ley", concluyó.

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