Condenada a 4 años por llevarse a su hija a Rumanía sin permiso del padre

  • Una ciudadana rumana ha sido condenada a cuatro años de cárcel por un delito de sustracción internacional de menores sobre su hija nacida en España, pues hace seis años pidió permiso para irse de vacaciones a su país y desde entonces la menor no ha tenido ningún contacto con su padre español.

Sevilla, 29 abr.- Una ciudadana rumana ha sido condenada a cuatro años de cárcel por un delito de sustracción internacional de menores sobre su hija nacida en España, pues hace seis años pidió permiso para irse de vacaciones a su país y desde entonces la menor no ha tenido ningún contacto con su padre español.

Una sentencia del juzgado penal 2 de Huelva, a la que ha tenido acceso Efe, condena a Carolina L.V. a cuatro años de cárcel, cinco de retirada de la patria potestad y a la "inmediata restitución" de la niña a su padre, que desde 2009 tiene su guarda y custodia por orden judicial.

La niña, nacida en enero de 2007, vivió con sus padres en Valverde del Camino (Huelva) hasta que la pareja se separó y la madre, a quien el juez atribuyó la guarda y custodia, se instaló en Castellón.

Carolina L.V. comunicó al juzgado que deseaba pasar el mes de agosto de 2008 con su hija en Rumanía, pero no mostró al juzgado los obligados billetes de ida y vuelta de ambas, por lo que salió de España sin autorización judicial y se instaló en su país.

El abogado del padre, Manuel Pérez Peña, ha indicado a Efe que su cliente se ha visto obligado a emprender una lucha de seis años en la que ha viajado dos veces a Rumanía, pese a tener un sueldo de 900 euros mensuales, para hacer efectivas órdenes de entrega que la madre incumplió en todos los casos.

Por ello, el juez alaba su "permanente, insistente y diligente actuación" al "instar acciones judiciales en España y Rumanía, accionando los instrumentos de cooperación internacional" y obligando a implicarse a los ministerios de Justicia y de Asuntos Exteriores de España y a la Autoridad Central de Rumanía.

Frente a ello, la acusada ha mostrado un "manifiesto desprecio" hacia las resoluciones judiciales violentando el "derecho constitucional de su hija a mantener alguna relación, siquiera mínima, con su progenitor".

El padre, Francisco Javier D.N., "no ha mantenido el menor contacto con su hija" desde que tenía 19 meses hasta la actualidad, cuando ya cuenta con siete años y cuatro meses, recuerda el juez.

Por ello, rechaza la petición de la defensa de la madre de que se dé prioridad al interés de la niña, que habla rumano y está integrada en Rumanía, porque parte de "una situación de hecho, tan consolidada como ilegítima y manifiestamente ilegal", que vulnera los derechos reconocidos en la Carta Europea de los Derechos del Niño.

El "manifiesto y persistente desprecio" de la madre hacia las decisiones de las autoridades españolas y rumanas ha causado ya "efectos irreparables en la trayectoria vital" de su hija, por lo que el juez opta por la condena máxima solicitada en el juicio, con otros cinco años de retirada de la patria potestad, el pago de las costas del proceso y la "inmediata restitución" de la niña a su padre.

El juez cree que "toda la trayectoria" de Carolina L.V. desde que presentó al juzgado un "plan ficticio" para regresar de sus vacaciones el 20 de agosto de 2008 demuestra su voluntad de salir de España, instalarse en Rumanía y no regresar.

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