Condenado a 30 meses de cárcel el etarra Ibai Sueskun en París

París.- El etarra Ibai Sueskun fue condenado hoy a 30 meses de cárcel por el Tribunal Correccional de París, que dictó también contra él la expulsión definitiva de Francia al término de esa condena.

El tribunal consideró a Sueskun González (25 años) culpable de los tres delitos por los que estaba inculpado: pertenencia a una organización terrorista y tenencia armas (una pistola con munición) y de documentos falsos.

Sueskun se entregó en octubre de 2009 en un pueblo de los Pirineos franceses con una herida de bala en la mano.

La condena, en cualquier caso, fue la mitad de los cinco años solicitados por el fiscal, Xavier Rolai, quien destacó "las mentiras" que este joven contó sobre los hechos que llevaron a su captura.

Aseguró que en realidad sus declaraciones iban dirigidas a ETA para esconderle a la banda que en realidad había optado por ser "un desertor".

Rolai explicó que sólo esa voluntad de engañar puede justificar que ese 10 de octubre de 2009 abandonara su pistola a las afueras de la población de Lescun, y que con la mano izquierda ensangrentada después de herirse con el arma, fuera a pedir ayuda al pueblo.

El representante del ministerio público ironizó señalando que si ese día "tuvo un momento de debilidad" para salir de la clandestinidad en que llevaba desde octubre de 2008 -cuando se le consideraba el responsable de la ilegalizada Segi en Navarra-, una vez que ingresó en prisión ha vuelto a seguir las directrices de ETA, empezando por mantener silencio ante la policía y los jueces.

Hoy se negó repetidamente a responder a las preguntas que, sobre los hechos le hizo el presidente del tribunal, Thierry Devernoix de Bonnefon, y sólo tomó la palabra al final para hacer un discurso político durante el cual se identificó como "militante de ETA", a la que calificó de "organización revolucionaria socialista de liberación nacional".

La pistola hallada, según los informes periciales, procedía del robo de cientos de armas cometido por ETA en octubre de 2006 en un almacén de Vauvert, en Francia, y los papeles falsificados tenían la factura de los que prepara la organización terrorista para sus activistas.

Xantiana Cachenaut, abogada habitual de presos de ETA en Francia, mostró "sorpresa" por "el análisis" del fiscal y lo rechazó en el alegato de la defensa porque a su juicio no se sustenta con un sumario "anecdótico" que "no aporta nada" sobre el funcionamiento de la banda, más allá de las razones por las razones para integrarse en ella de Sueskun, del quien dijo que "no es un fanático violento, un terrorista", sino "un joven nacionalista vasco".

Ante el silencio del etarra, el juicio de hoy no sirvió para aclarar qué había estado haciendo en las horas que precedieron a su detención.

Antes de ser detenido había sido visto por varios testigos, primero caminando con una mochila por las montañas próximas a Lescun y luego por las carreteras en torno a esta localidad, ubicada a pocos kilómetros de la frontera española del Somport.