Condenado por abusar de una niña a la que conoció por Messenger

  • La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a un joven de 21 años que abusó sexualmente de una niña de 13 años tras contactar con ella a través del servicio de mensajería instantánea Messenger.

Sevilla, 1 dic.- La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a un joven de 21 años que abusó sexualmente de una niña de 13 años tras contactar con ella a través del servicio de mensajería instantánea Messenger.

Una sentencia de la Sección Tercera, a la que ha tenido acceso Efe, explica que el acusado contactó con la menor a través de Messenger en marzo de 2010 y, tras varias conversaciones, la niña accedió a verse con él en un parque de Sevilla.

En ese primer encuentro, en abril de 2010, intercambiaron de forma fugaz algún beso y en los días siguientes siguieron conversando mediante mensajes hasta que el acusado consiguió, "tras mucho insistir", que la niña le invitase a su domicilio aprovechando una ausencia de sus padres.

En esa ocasión volvieron a intercambiar algunos besos y a finales de abril de 2010, aprovechando otra salida de los padres, el acusado se presentó en la vivienda de la menor y le pidió mantener relaciones sexuales, a lo que ella se negó.

Sin embargo, el acusado consiguió llevar a la niña a un dormitorio, le quitó la ropa y se colocó encima de ella, intentando penetrarla pese a la "enérgica oposición" de la víctima, hasta que finalmente eyaculó en su boca.

Añade la sentencia que, pese a lo sucedido, en los días siguientes continuaron intercambiando mensajes por Messenger y el 14 de mayo de 2010 quedaron de nuevo en el domicilio de la niña y allí comieron juntos.

Aprovechando una breve ausencia de la menor, el acusado se apoderó de dos ordenadores portátiles, un teléfono móvil, una cámara de fotos, una videoconsola y varias gafas de sol.

La Audiencia condena al acusado por un delito de abuso sexual contra un menor de 13 años, relación que se considera no consentida en ningún caso, así como por delitos de hurto y posesión de material pornográfico pues un registro en su domicilio permitió la localización de vídeos de "inequívoco" carácter de pornografía infantil, además de algunos de los objetos robados.

El juicio por estos hechos no llegó a celebrarse porque el acusado los reconoció y aceptó la pena solicitada por el fiscal, que incluye el pago de 10.000 euros de indemnización a la niña y el abono de 1.359 euros, valor de los objetos sustraídos y no recuperados.

La condena incluye dos años de cárcel por abuso sexual, tres meses por un delito de hurto y una multa de 540 euros por posesión de material pornográfico, con la atenuante en todos ellos de la "inteligencia límite" y drogadicción que sufría cuando ocurrieron los hechos.

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