Valencia, 30 nov.- La Audiencia de Valencia ha condenado a nueve años de prisión a un exempleado del servicio de Protección Civil de la localidad valenciana de Vilamarxant que provocó un incendio en julio de 2006 que duró cuatro días, quemó 194 hectáreas de monte protegido y obligó al desalojo de 400 personas.
La sentencia de la Sección Tercera condena también al procesado, un vecino de Manises (Valencia) de 34 años, a pagar 395.066 euros a la Generalitat valenciana -gestora de la mayor parte del terreno afectado-, 155.267 euros al Ayuntamiento de Villamarxant y otros 99.948 por los gastos que supuso la extinción del incendio.
Asimismo, a indemnizar a los 36 propietarios de los chalés afectados por las llamas por una cantidad que supera en total los 165.000 euros.
El tribunal recuerda, no obstante, que un auto de fecha 10 de mayo de 2011 declaró la insolvencia del acusado.
Por otro lado, acuerda que la calificación de suelo no urbanizable de las zonas afectadas por este incendio forestal no pueda modificarse en treinta años.
En su resolución, el tribunal destaca que el acusado no sufre alteración psíquica alguna y que cuenta con sus capacidades cognitivas y volitivas intactas, por lo que, a efectos de imputabilidad del delito, "sabía perfectamente lo que hacía".
La sentencia tiene lugar después de que un jurado popular declarara culpable al procesado al considerar probado que éste quemó el monte intencionadamente y que el incendio causó riesgo para la vida e integridad física de las personas.
En el incendio, desarrollado entre los términos municipales de Villamarxant (135,4 hectáreas) y Pedralba (58,6), además de afectar a 32 hectáreas de particulares, intervinieron 11 aviones, 6 helicópteros, 27 camiones cuba y alrededor de 175 brigadas forestales, bomberos, policías y guardias civiles.
Los gastos de extinción ascendieron a 99.948 euros, por los que reclamaba la Generalitat, que a su vez pedía una reparación económica de 395.000 euros por el terreno quemado.
Los Ayuntamientos de Villamarxant y Pedralba sumaban las cantidades de 155.000 y 81.000 euros más, respectivamente, para la reforestación de la zona.
Según se declara ahora probado, sobre las 16.00 horas del 20 de julio de 2006, el acusado, que había colaborado en el servicio de Protección Civil de Villamarxant, con ánimo de quemar el monte, y a sabiendas de que podía afectar a zonas habitadas, le prendió fuego.
El procesado generó en la partida de "La pea" dos focos de incendio separados por unos 600 metros de distancia, un fuego que, debido al viento y altas temperaturas, se propagó a 194 hectáreas de monte arbolado de protección especial, cuya flora y fauna sufrieron un grave perjuicio.
Además, consciente de lo que podía suceder, el acusado causó un riesgo para las personas, dado que el fuego alcanzó las viviendas de la urbanización "La paridera" y generó una columna de humo que obligó a la evacuación de alrededor de 400 personas de unos 175 chalés por riesgo de inhalación.
La incidencia de este incendio en el Medio Ambiente resulta severa, dada la importante regresión de la diversidad de los ecosistemas afectados y el brusco incremento de la erosión de los terrenos dañados, cuya regeneración tardará alrededor de 50 años, según han determinado los expertos.
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