Valencia, 14 feb.- Un funcionario de la cárcel de Picassent ha sido condenado a un año y medio de prisión por dar un rodillazo en los genitales a un recluso y provocarle la pérdida de uno de sus testículos, agresión por la que tendrá que indemnizarle con 31.050 euros.
Así lo dicta una sentencia de la Sección Quinta de la Audiencia de Valencia que incluye el voto particular y en contra de uno de los miembros del tribunal, quien considera que el funcionario le propinó el golpe de forma accidental mientras practicaban boxeo.
Según relata el fallo, los hecho sucedieron el 5 de septiembre de 2006 en el gimnasio del centro penitenciario, donde el funcionario, "que se mostró entendido en la materia", convino un combate de marcaje de golpes con el interno.
Durante el combate, y sin cruzar palabra alguna, el acusado le propinó un rodillazo en la zona genital, lo que puso fin a la pelea.
El golpe le provocó la rotura del testículo derecho, que le tuvo que ser extraído quirúrgicamente dos días después, cuenta la resolución.
El funcionario negó durante el juicio haber golpeado al recluso en los testículos, y atribuyó su dolor a una causa ajena al combate, si bien, varios testigos hablaron de "patada" para referirse al golpe.
Según el tribunal, resultaría "excesivo" afirmar que pretendió lesionar de gravedad al preso, aunque lo que "sí quiso" e hizo fue "propinarle un fuerte rodillazo en los testículos", lo que a su juicio merece la consideración de un delito de lesiones.
La magistrada que ha emitido el voto particular considera que el acusado mintió al negar que hubo contacto, si bien considera que no lo hizo intencionadamente, por lo que su acción debió ser sentenciada como una falta de imprudencia.
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