"La verdad es que es algo muy lindo y siempre se sueña con esto. Ahora toca disfrutarlo y aprovecharlo. Los momentos que me toque estar voy a tratar de dar lo mejor y cuando no me toque estar, dar lo mejor también desde afuera", afirma el jugador del Regatas de Bella Vista.
Antes del Mundial no tenía un sitio seguro en el equipo. Manuel Montero, del Pucará, era el titular, pero en junio se rompió los ligamentos y el menisco. Y Cordero, pese a su juventud, ha sido el preferido por el seleccionador Daniel Hourcade, ganando el pulso a Horacio Agulla y Lucas González Amorosino.
En el duelo contra Tonga, en el que Argentina dio un paso casi decisivo para pasar a cuartos (45-16), los seguidores albicelestes presentes en las tribunas del Estadio King Power de Leicester corearon su nombre, como había pasado en el duelo anterior con Georgia (54-9).
"Es raro, es raro", señala casi ruborizándose el joven de Bella Vista, en la provincia de Buenos Aires.
"De Bella Vista vinieron pocos", acota. "No sé, es raro. Trato de no mirar. Una locura. Es raro", repite con insistencia, superado por la situación y sin saber qué decir.
En el partido contra Tonga, en el que asumió definitivamente su mayoría de edad en el equipo, el astro Diego Maradona pudo asistir desde la tribuna a los quiebres 'maradonianos' de Cordero, pero el joven de Bella Vista se perdió el festejo posterior con el exfutbolista en el vestuario de Los Pumas.
"No lo vi nada a Diego Maradona. Debe ser tremendo verlo de cerca. Que él te venga a ver a vos, es muy lindo. Yo me quedé dando una vuelta a la cancha y después me dijeron que se acercó a saludar", explicó el jugador.
El joven de Bella Vista, que pasará al profesionalismo la próxima temporada al incorporarse a la nueva franquicia argentina que disputará el Súper Rugby, el campeonato profesional del Hemisferio Sur, afirma que el equipo tiene que mejorar en defensa.
"En el ataque estamos bien, con confianza, si bien nos falta tener un poco más la pelota en los rucks. En defensa vamos a hablar, ajustar algunas cosas. Fallamos un poco. El equipo se sabe que tacklea y solo tenemos que seguir entrenándolo para el próximo partido", explica.
Cordero se había puesto como objetivo secreto marcar tres tries en este Mundial, algo que ya ha conseguido, pero no se conforma y quiere seguir sumando.
"Ahora no sé cuántos más quiero sumar", afirma sonriendo. "Esperemos que no se paré acá esto y que se me sigan dando los agujeros", señala.
"Mi idea en defensa es dar lo mejor y que no pase nunca el rival, pero en ataque es medio raro, voy dando vueltas y trato de estar en todos lados. Y cuando se me da el agujero, aprovecharlo", concluye.
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