Corea del Norte anuncia nuevas elecciones legislativas en marzo

Seúl, 7 ene.- Corea del Norte celebrará el próximo marzo elecciones para designar a los nuevos diputados de la Asamblea Popular Suprema, principal órgano legislativo del país, informó hoy la agencia estatal KCNA.

El Presidium, que es su órgano rector, "ha decidido celebrar las elecciones de los diputados de la Asamblea Popular Suprema el 9 de marzo", indicó la agencia desde Pyongyang en un breve despacho sin ofrecer más detalles al respecto.

La cita electoral llega, tal y como marca el sistema político norcoreano, cinco años después de que tuvieran lugar los últimos comicios en marzo de 2009.

Las próximas elecciones, las primeras desde que Kim Jong-un asumió el poder en 2011, podrían llenar los escaños del Parlamento de los políticos más fieles al líder Kim Jong-un, según la interpretación de analistas surcoreanos citados por la agencia local Yonhap.

Los expertos creen que Corea del Norte trata estos días de consolidar aún más el liderazgo del joven Kim, que hoy cumple 31 años, semanas después de ejecutar al tío del líder y considerado exnúmero dos del régimen, Jang Song-thaek, en una violenta purga que podría haber generado inestabilidad en torno a las élites del país.

Se desconoce si el propio Kim Jong-un optará a un escaño en las elecciones, algo bastante probable ya que su padre, el fallecido dictador Kim Jong-il, fue elegido en varias ocasiones.

La Asamblea Popular Suprema, presidida por el veterano político Kim Yong-nam, comprende 687 escaños que ocuparán por un período de cinco años los diputados elegidos por los ciudadanos en el mismo número de circunscripciones.

El Partido de los Trabajadores de Corea del Norte posee actualmente una mayoría abrumadora en el Parlamento (601 diputados), mientras el resto lo componen partidos menores, todos ellos afines a la ideología del socialismo "juche" (autosuficiencia) que rige el Estado norcoreano desde su fundación en 1948.

Corea del Norte ha anunciado las nuevas elecciones legislativas en un momento de incertidumbre política tras la ejecución de Jang, aunque también con cierta esperanza de mejora en las relaciones con la vecina Corea del Sur, después de que Kim Jong-un propusiera estrechar los lazos bilaterales en su mensaje de Año Nuevo.