Corea del Norte debe pedir "disculpas claras" y prometer no hacer "nuevas provocaciones", declaró la presidenta en una reunión con sus consejeros.
Pyongyang desencadenó la crisis actual con unas "actividades provocadoras", acusó.
Los dos países rivales llevan a cabo desde el sábado unas negociaciones maratonianas para intentar calmar la situación.
Las discusiones tienen lugar en la localidad fronteriza de Panmunjom, donde se firmó el alto el fuego de la guerra 1950-1953.
La crisis actual arrancó el a principios de este mes cuando dos soldados surcoreano resultaron heridos por la explosión de minas antipersonal, incidente del que Seúl culpa a Pyongyang.
A modo de represalias, Corea del Sur volvió a conectar, tras 11 años de silencio, los altavoces que difunden a todo volumen mensajes propagandísticos en la frontera intercoreana.
Corea del Norte desmiente que tenga nada que ver en el asunto de las minas y lanzó un ultimátum a Seúl para que ponga fin a su "guerra sicológica" o de lo contrario se expondrá a represalias militares.
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