San José, 4 abr.- Costa Rica entró hoy en la recta final del proceso que desembocará este domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en un ambiente de escasa animación y con abundantes llamamientos para que no venza el abstencionismo.
"Nadie puede declararse ganador o perdedor en una elección que todavía no se ha hecho", afirmó hoy el candidato opositor Luis Guillermo Solís a los periodistas en referencia al hecho de que, a pesar de haberse retirado de la campaña a comienzos de marzo, el oficialista Johnny Araya sigue siendo candidato.
La constitución de Costa Rica prohíbe la renuncia de los candidatos de la segunda vuelta y Araya, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN, socialdemócrata), ha hecho ahora declaraciones que indican que mantiene su intención de ser presidente.
Por eso, el candidato del centro-izquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC), el favorito según las encuestas, no se confía y ha dicho que hasta que el Tribunal Supremo de Elecciones no anuncie al ganador, se debe evitar el triunfalismo.
En un ambiente frío, con pocos signos externos en las calles y con Araya sin actividad proselitista, Solís intenta convencer a los votantes para, según ha dicho, "derrotar al abstencionismo", que en la primera vuelta, el pasado 2 de febrero, llegó al 31 %.
En los últimos días Solís ha visitado comunidades rurales para saludar y conversar con la gente, con el fin de convencerles de que acudan a las urnas el próximo domingo y le den un "mandato sólido y contundente" para gobernar.
Por su parte, Araya dijo hoy en una entrevista con la emisora de radio ADN que el 5 de marzo tomó la decisión de no hacer más campaña porque "en ese momento había una inclinación y una tendencia de los costarricenses a buscar un cambio".
Según el comando de campaña de Araya, cuatro encuestas encargadas por el partido reflejaban una ventaja de Solís de hasta 40 puntos en la segunda vuelta, pese a que en la primera no llegó a un punto (30,64% frente a 29,71 %).
También dijo hoy que piensa continuar en la actividad política y que "desde el Gobierno o desde la oposición" seguirá defendiendo la necesidad de un Ejecutivo de unidad nacional, porque Costa Rica necesita de "grandes acuerdos".
El candidato del PLN consideró "previsible" que haya "un alto nivel de abstencionismo" y por eso reclamó a los costarricenses que cumplan "con ese deber y ese compromiso que tenemos con la democracia".
Para las elecciones del próximo domingo están convocados casi 3,1 millones de ciudadanos y el ganador asumirá el 8 de mayo para el periodo 2014-2018.
Elegir el PAC, fundado en el año 2000 y hasta ahora sin experiencia de Gobierno es una apuesta por el cambio, frente a la continuidad del tradicional PLN, de fundación socialdemócrata, pero tildado de "neoliberal" por disidentes y opositores.
Luis Guillermo Solís tiene como principales propuestas de Gobierno fortalecer las herramientas de recaudación para combatir el déficit fiscal, que en 2013 fue del 5,4 % del Producto Interno Bruto (PIB), y a partir del segundo año aplicar una reforma tributaria.
También plantea el ordenamiento de los programas de combate a la pobreza, el fortalecimiento de instituciones públicas de infraestructura y salud, y un mayor aprovechamiento de los Tratados de Libre Comercio vigentes, sin firmar ninguno nuevo.
Solís ha prometido un gobierno basado en la transparencia y la ética, con una fuerte lucha anticorrupción.
Por su parte, el PLN, fundado en 1951, es el partido con más tradición de Costa Rica y ha gobernado en nueve de los 15 periodos presidenciales que se contabilizan desde entonces.
En los últimos 32 años solo el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) ha podido arrebatarle el poder en tres periodos.
Los comicios serán presenciados por 75 observadores internacionales, entre ellos los integrantes de una misión de la organización de Estados Americanos (OEA).
La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, hizo hoy un llamado a votar el próximo domingo, porque es "un deber y un orgullo participar en esta fiesta democrática".
"Salgamos a respaldar a la democracia más sólida y representativa de la región. Es nuestro deber preservarla y reforzarla y la mejor forma es salir a votar este domingo por el candidato de nuestra preferencia y continuar así con esta hermosa tradición civilista y democrática", dijo Chinchilla.
El próximo mandatario deberá esforzarse en lograr acuerdos con otras bancadas, pues gobernará con un Congreso fraccionado en una decena de partidos políticos y sin mayoría, pues el PAC de Solís solo obtuvo 13 escaños, y el PLN de Araya, 18.
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