Cuando Baños decía "no vamos a votar nunca, nunca, nunca" a Mas

    • El cabeza de lista de la CUP insistió en campaña en que no darían un solo 'sí' al president.
    • La abstención estaba prevista si era necesaria para un gobierno de ruptura.

     

Artur Mas y Antonio Baños, de la CUP, en el debate de investidura, en noviembre.
Artur Mas y Antonio Baños, de la CUP, en el debate de investidura, en noviembre.

Permitir una investidura con abstenciones o con el sí expreso lleva, en la práctica, al mismo resultado. Pero su lectura, al menos para la CUP, la formación que en este tiempo ha tenido en sus manos el futuro de Cataluña, toma un sentido bien distinto.

Los anticapitalistas, que el domingo rechazaron hacer president a Artur Mas dándole dos de los diez votos favorables de sus diputados-la fórmula más ajustada que permitiría al convergente cuadrar la aritmética-sí contemplaban la abstención para desatascar un eventual gobierno, pero no un voto favorable.

Así lo insistía en campaña su líder, Antonio Baños, que este lunes renunció a su acta como diputado al considerarse incapaz de defender lo acordado por el Consejo Político del domingo.

“No votaremos nunca una investidura de Mas. Y nunca es nunca. Nunca, nunca y nunca. Así que pueden estar tranquilos. ¡Que nos voten!”, decía, rotundo, unos días antes del 27-S  preguntado en eldiario.es sobre cómo convencer a un exvotante de ICV que dudase entre ellos y Catalunya sí que es Pot, y al que le preocupase que la CUP acabase invistiendo a Mas. Otra cosa era la abstención, y ahí sí que ya entraban en juego las ambigüedades.

La prioridad para la CUP parecía clara. Un gobierno de concentración- “Quizás sin presidente...”-que llevase a la práctica sus reclamaciones: ruptura con el Estado español y paralización inmediata de las políticas antisociales, como desahucios y privatizaciones. Las condiciones fueron luego asumidas por Junts pel Sí, en un plan de choque ofrecido a los antisistema para desencallar a la desesperada la investidura.  Si Mas se compromete a ello, ¿podrían abstenerse?, se le preguntaba en la misma entrevsita.

“Si garantizamos un gobierno para hacer la ruptura, la abstención puede ser una posibilidad, pero dudo mucho que el presidente Mas, el de los recortes y el que ha obedecido a la Troika, pueda comprometerse a todo esto que le he dicho. La CUP no hará de palmero de Mas, ni de nadie, pero tampoco hemos venido a obstaculizar un proyecto colectivo y popular”, fue su respuesta.
Mas necesitaba 68 votos para ser investido en primera vuelta y 64 en segunda, por lo que las diez abstenciones de la CUP- la fórmula con la que este domingo se rechazó la investidura- no resultaban suficientes.

En este tiempo, Baños ha ido resumiendo el veto de su formación a Mas fundamentalmente en que el líder de CDC no era una “figura de consenso”.  “Es sorprendente que se reduzca el proceso a su figura. Es insultante para el independentismo: en la Meridiana nadie gritaba ¡Mas president! o preguntaba si votaríamos a CDC o la CUP. Queremos un gobierno de concentración y el primero republicano", reprochaba a Junts pel Sí en su insistencia de no proponer un candidato alternativo.

"Es irrelevante que el presidente temporal sea Mas si tenemos el mandato democrático”, decía, antes de las elecciones, en una entrevista en El País.

Conocido que los resultados de  las urnas les habían colocado a ellos, con diez diputados, como la llave para el president, Baños insistía. “No vamos a votar a Mas. Ya lo dijimos en campaña. Si no le vale la abstención, el problema es suyo”, decía en una entrevista a La Sexta, la misma noche de los comicios.

Unos días después, en lainformacion.com, se mostraba gráfico: “Si tengo que apostar cien euros, que es una pasta, prefiero apostar a que no lo va a ser. Mas representa el pasado”.

En noviembre, en la segunda sesión de investidura, fallida, en el Parlament, Baños evidenció ya el desgaste que en sus propia organización provocaba el debate y apretó las cuerdas. "Damos un 'no' tranquilo, que no cierra nada, sino que abre la puerta", sentenció.  El antisistema valoró entonces la propuesta de Junts de una moción confianza al president pasados diez meses del inicio de andadura del Ejecutivo, si bien ese 'no' seguía llevando implícito el rechazo a hacer president a Mas. El ya exdiputado apremió entonces a la negociación para tratar de evitar unos comicios.

Este martes, Baños ha admitido que la oferta de Junts le convencía, pese a que Mas no era su candidato.  “Ni yo ni nadie de la CUP quiere a Artur Mas de president, pero considerando las posibilidades políticas lo aceptábamos (...) a cambio de la ruptura con el Estado español”, ha afirmado en una entrevista en Rac 1. El líder cupero ha valorado algunas de las cesiones realizadas en estos meses por Junts, la moción de confianza en unos meses, una presidencia diluida, y un plan de choque,"tenía carencias, pero había acuerdo". "Había herramientas para desarrollar la legislatura", ha lamentado.

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