Cuanto más cerca, menos riesgo

  • La ganadería ecológica ofrece un cortafuego adicional a la presencia de sustancias químicas en los alimentos
Cuanto más cerca, menos riesgo
Cuanto más cerca, menos riesgo
lainformacion.com
Sara Acosta
Sara Acosta

La alarma que ha suscitado el cierre de miles de granjas avícolas y porcinas de Baja Sajonia (al este de Alemania), ha abierto numerosos interrogantes sobre la trazabilidad de los alimentos destinados a los animales que finalizan en el plato de los consumidores europeos. "Este episodio ha demostrado que los filtros de control funcionan", explican desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

Más allá del control de eventuales fraudes, ¿se puede dar un paso más allá en la garantía de la seguridad alimentaria del consumidor? Desde el sector ganadero suena la voz verde como una de las respuestas en este sentido. "A los controles de Sanidad, Industria y Medio Ambiente, la ganadería ecológica añade un segundo filtro de auditorías de organismos independientes", explica Ildefonso Álvarez, miembro permanente del equipo sobre ganadería ecológica de la Universidad de Córdoba.

Al final, el problema de la cadena alimentaria reside en la incapacidad del productor de verificar la calidad de los piensos animales que compra a su proveedor. Este escollo tiene más posibilidades de superarse en la ganadería ecológica porque "el productor recurre a granjas locales, y de proveedores que ya conoce", añade Álvarez. Así se acortan las etapas en la cadena de intermediarios desde la granja al plato. Porque si bien la Unión Europea mantiene unos estándares muy elevados en el límite y control de sustancias químicas, desde el sector de la ganadería convencional se reconoce que por las fronteras de la Unión Europea pasan animales con sustancias de síntesis como hormonas y antibióticos.  En un contexto de crisis, "el ahorro de costes favorece la entrada de piensos fraudulentos", explica Carmelo García, doctor en veterinaria y especialista en Ganadería Ecológica.

Otro elemento importante es que la normativa de ganadería y agricultura ecológicas obliga a que al menos el 50% de la alimentación de los animales provenga de la propia explotación, lo que limita los riesgos. Además, la ganadería ecológica no utiliza "productos químicos en el proceso de cría de los animales", añade García.

Se espera que la Política Agrícola Común (PAC) tenga más en cuenta el respeto medioambiental de las explotaciones agrícolas. De hecho, ya se está restringiendo el uso de productos fitosanitarios en los cultivos. No obstante, "al final el consumidor dicta cuál es el modelo de producción por el que opta, y ambos son fiables", añaden desde UPA.

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