Cuatro años de cárcel para los dos Monchines juzgados por tráfico de drogas

Valladolid, 27 sep.- La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a cuatro años de prisión a Antonio R.L., apodado El Loco, y a otros cuatro años de cárcel a su hijo Manuel R.J., ambos integrantes del denominado Clan de Los Monchines, por traficar con droga que escondían en un hueco practicado en la tierra.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, establece además para cada uno de los dos acusados el abono de una multa de 2.400 euros por un delito contra la salud pública -tráfico de drogas-, cometido cuando ambos se dedicaron, "de común acuerdo", a vender cocaína a diferentes personas que se acercaban a su domicilio.

La vista oral, desarrollada ante la Sección Cuarta de la Audiencia vallisoletana, se celebró por hechos ocurridos en 2010, en el Camino de La Cistérniga de Laguna de Duero (Valladolid), donde residían los dos encausados.

Según consta en el apartado de hechos probados de la resolución judicial, desde mayo de 2010 Antonio R.L. y su hijo Manuel, se dedicaron a vender cocaína, que escondían en un hueco efectuado en la tierra, tapado por arbustos y piedras, en una zona que hacía esquina con la parcela ubicada frente a la suya, muy cerca de la cuneta del camino.

La sentencia establece que el 8 de julio de 2010 sobre las 18:00 horas, Antonio R.L. vendió a otra persona cocaína, que previamente sacó del escondite de la tierra y que, después de adquirida, los agentes interceptaron al comprador.

Fue sobre las 20:45 horas del 13 de julio del mismo año cuando Manuel R.L. vendió a otra persona cocaína que había sacado del mismo escondite y que los agentes intervinieron poco después, mientras que aproximadamente dos horas más tarde entregó a otro comprador también cocaína, que la Policía aprehendió.

Cuando los miembros del Cuerpo Nacional de Policía inspeccionaron el escondite que usaban Antonio R.L. y su hijo Manuel para guardar la droga aquel 13 de julio, hallaron varios envoltorios que contenían cocaína.

En total, el valor de la droga poseída y vendida por ambos habría alcanzado en el mercado un precio de 870 euros, mientras se calculó en unos 650 euros la droga poseída y vendida por un tercer acusado, Fermín P.R..

En el caso de este último encausado, fue condenado a tres años de prisión y el pago de una multa de 1.300 euros, tras reconocer los hechos y alcanzar un acuerdo entre las partes, sin llegar a celebrar la vista en su caso y con la aplicación de la atenuante de drogadicción.