Cuatro policías de Terrassa irán a juicio por la muerte de un joven en 2009

    • Cuatro agentes de la policía local de Terrassa se sentarán en el banquillo de la Audiencia de Barcelona por la muerte de un joven el 16 de septiembre de 2009.
    • La muerte se produjo después de que uno de estos agentes presuntamente le diese una "una fuerte bofetada" que lo dejó en el suelo semiinconsciente.
Una patrulla de la policía nacional
Una patrulla de la policía nacional

Cuatro agentes de la policía local de Terrassa se sentarán en el banquillo de la Audiencia de Barcelona por la muerte de un joven el 16 de septiembre de 2009 después de que uno de estos agentes presuntamente le diese una "una fuerte bofetada" que lo dejó en el suelo semiinconsciente.

Según la calificación fiscal previa al juicio previsto para este lunes, los agentes, al ver que el joven no reaccionaba, llamaron a una ambulancia y alertaron a los sanitarios de que la víctima había consumido alcohol. Sin embargo, no advirtieron de que uno de los agentes le había pegado, por los que les acusa de omisión de perseguir delitos.

La víctima, Jonathan Carrillo, fue trasladada al servicio de urgencias del Hospital Mutua de Terrassa donde murió horas después y donde, según la versión de la Fiscalía, no le hicieron las pruebas adecuadas a las lesiones que presentaba. Por este motivo, también están encausados tres sanitarios por presunto homicidio imprudente.

Basándose en el informe forense, el fiscal cree que los médicos tendrían que haberle practicado "una exploración neurológica amplia, gasometrías a nivel arterial y un TAC craneal", según su calificación.

Pero el fiscal también sostiene que "hubiera sido determinante por parte de los agentes haber dado una información detallada de la caída en tanto en cuanto el estudio y tratamiento se hubiera orientado en ese sentido".

Por todo ello, pide cuatro años de cárcel por un delito de lesiones en concurso con un delito por imprudencia grave para el agente que supuestamente abofeteó al joven, y dos años y medio de prisión para los otros tres policías por omisión de perseguir determinados delitos.

Los tres sanitarios se enfrentan a penas de entre dos años y dos años y medio de cárcel por un presunto delito de homicidio imprudente.

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