Con un fin de semana primaveral por delante... cuidado con la oruga procesionaria

  • El invierno se despide con temperaturas típicas de la primavera y delante tendremos un fin de semana con temperaturas de hasta 24ºC en muchos puntos de la Península. 

    Todos los que lo disfruten al aire libre deberán tener especial cuidado con la procesionaria, habitual de estas fechas, peligrosa para los pequeños y mortal para los perros. 

Oruga procesionaria
Oruga procesionaria

Los días que tenemos por delante será completamente primaverales. La nueva estación no llegará hasta el lunes, pero los termómetros dirán todo lo contrario en el último fin de semana del invierno. Y es precisamente ahora cuando más posibilidad hay de que nos encontremos con la peligrosa y mortal para nuestras mascotas oruga procesionaria.

Tras una semana con temporal de viento y frío en el este y sur de la península el sol reinará en toda España durante el fin de semana con temperaturas que alcanzarán hasta los 24ºC en muchos puntos de la Península. Buen tiempo, puente en Madrid y Extremadura o la festividad del Día del Padre empujará a muchos a disfrutar de estos días al aire libre.

Para ellos, o para los que paseen por zonas de pinos, los expertos piden especial cuidado con la oruga procesionaria.

Justo en estos días es cuando esta oruga baja del árbol para enterrarse en el suelo donde formarán sus capullos para transformarse en adultos.

Algunos ayuntamientos, como el de Torrelodones en Madrid, avisan a sus vecinos de su presencia en algunos de los parques de la localidad. Pero ¿qué es la oruga procesionaria? ¿qué hay que hacer? ¿cómo hay que actuar si llegamos a entrar en contacto con ella?Buenos días!!!

Hasta resolución, mucha precaución si te encuentras en Parque J.H. por presencia de oruga procesionaria. pic.twitter.com/5FQ6QxPgRw— P.Civil Torrelodones (@PCivilTorre) 12 de marzo de 2017

Lo más característico, aparte de su color naranja negruzco, es que se mueven en fila, unas detrás de otras. Esto no es más que un mecanismo de defensa contra los pájaros, que desde el cielo lo único que ven es algo alargado que confunden con ramas.

Las orugas procesionarias son más tóxicas que otras. Su cuerpo está recubierto de pelos que, al entrar en contacto con la piel, inoculan una especie de veneno, liberan unas toxinas que provocan una reacción alérgica.

Los expertos señalan que la reacción alérgica fundamental es en forma de granitos, con inflamación de la zona, rojeces, que producen picor y escozor. En este caso lo primero que hay que hacer es aplicar hielo.

Sólo es necesario acudir al médico cuando se producen abones o hay algún tipo de malestar o hinchazón en cuello o cara. En estos casos, lo normal es que el médico suministre urbasón al paciente. 

La reacción alérgica aparece inmediatamente al contacto con la piel. Y desaparece, en condiciones normales y con una rápida aplicación del tratamiento, en uno o dos días.Mortal para las mascotas

También hay que tener mucho cuidado con los perros. Se suelen sentir atraídos por ella y no dudan en lamerlas y metérselas en la boca.

El perro que ha sido intoxicado por la oruga se muestra muy inquieto, saliva de manera desproporcionada, tiene la lengua hinchada, se roza el morro con las patas, intenta beber agua y no puede... Son alguno de los síntomas, ante los cuales hay que acudir urgentemente al veterinario.

Con solo olfatearla o lamerla el resultado puede resultar mortal. Causaría una necrosis de parte de la lengua. Si la infección llega a la laringe puede morir por asfixia.

En caso de que su mascota resulte envenenada por una procesionaria debe lavarle inmediatamente la boca con agua templada, lo que no excluye que acuda con la mayor celeridad al veterinario.

El médico le suministrará al perro corticoides en vena que frenarán las secuelas. Si no se le lleva urgentemente, la inflamación de la lengua bajará, pero el daño ya está hecho, y probablemente se le necrosará el tejido afectadoCada una tiene 500.000 flechas envenenadas para defenderse

El simple contacto con ella puede ser muy peligrosa para el hombre y muy tóxica para los animales domésticos, según los expertos. 

El principal foco de procesionaria se concentra en las plantaciones de pinos, abetos y cedros. El peligro para humanos y animales lo entraña su curioso mecanismo defensivo.

Cada procesionaria posee cerca de 500.000 tricomas, una especie de dardos o flechas envenenadas que recubren su cuerpo y sueltan cuando se sienten amenazadas. Por esta razón, el contacto con una de ellas produce dermatitis, lesiones oculares y fuertes reacciones alérgicas o urticaria como sarpullidos, erupciones e, incluso, problemas respiratorios.

Miles de tricomas cubiertos de veneno que se desprenden además con suma facilidad y se dispersan por el aire, lo que hace que no sea necesario tocarlas para sufrir sus efectos.

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