De un pequeño pueblo de España a héroe de los Estados Unidos

  • Más de dos siglos han pasado para que el militar y político español Bernardo de Gálvez pueda ocupar su sitio como héroe de la independencia estadounidense, en reconocimiento a sus victorias sobre las tropas británicas en apoyo del levantamiento de los rebeldes contra la metrópoli.

Enrique Hidalgo

Macharaviaya (España), 16 dic.- Más de dos siglos han pasado para que el militar y político español Bernardo de Gálvez pueda ocupar su sitio como héroe de la independencia estadounidense, en reconocimiento a sus victorias sobre las tropas británicas en apoyo del levantamiento de los rebeldes contra la metrópoli.

A principios de mes, el Senado de Estados Unidos aprobaba la resolución que ya había autorizado el pasado julio el Congreso para su nombramiento como ciudadano honorario de los Estados Unidos, un reconocimiento que, antes de De Gálvez, solo ostentaban siete personas, entre ellas el Marques de Lafayette, Winston Churchill o la Madre Teresa de Calcuta.

El único hispanoamericano con esa distinción -una vez que sea rubricada por el presidente Barak Obama- nació en 1746 en Macharaviaya, pequeño pueblo andaluz de apenas 500 habitantes que lleva años reivindicando la contribución española en general, y la de De Gálvez en particular, a la causa independentista estadounidense.

De Gálvez, que ejerció como gobernador de Luisiana y virrey de Nueva España, tomó en 1781 la ciudad de Pensacola, que era la plaza fuerte de los británicos, y esta acción militar se consideró tan crucial para la independencia que en el desfile de los vencedores marchó junto a George Washington por las calles de Filadelfia.

En Macharaviaya, que cuenta desde el pasado abril con la primera estatua de Bernardo de Gálvez existente en España, están de enhorabuena, no solo por el nombramiento como ciudadano honorario, sino también porque Estados Unidos saldó la semana pasada una deuda de 231 años con su vecino más ilustre.

Los muros del Capitolio acogen ya un cuadro de De Gálvez, tal y como aprobó el Congreso estadounidense el 9 de mayo de 1783, para honrar la memoria del héroe que tomó en solitario la bahía de Pensacola a bordo de su bergantín, el "Galveztown".

Para el alcalde de Macharaviaya, Antonio Campos, supone "un orgullo y una satisfacción muy grande" que un ciudadano de ese pequeño pueblo haya contribuido "de una manera tan decisiva en la creación del primer país del mundo".

Campos explicó a Efe que una vez que Obama estampe su firma en la declaración de De Gálvez como héroe su figura se estudiará en los libros de texto estadounidenses.

Asimismo, el alcalde confía en la repercusión turística que esta distinción pueda tener para su municipio, algo que ya está notando este pueblo del sur de España desde que implantó hace varios años la celebración del Día de la Independencia de los Estados Unidos.

"Sabemos que la ciudadanía americana reverencia a sus héroes y vamos a trabajar para que se conozca Macharaviaya como el pueblo natal de Bernardo de Gálvez y que sea una visita obligada de los estadounidenses que vengan a España", señaló.

Además del Ayuntamiento, existen diferentes colectivos que han promovido desde España el reconocimiento al brigadier español y que consideran que queda mucho trabajo por hacer.

Miguel Ángel Gálvez, presidente de la Asociación Cultural Bernardo de Gálvez, aspira ahora a que "tenga una estatua en Madrid como la inaugurada recientemente para Blas de Lezo".

Volviendo a la cuna de De Gálvez, su alcalde reconoció que Macharaviaya "no sería conocida por nadie" de no ser por el mecenazgo ejercido por la familia Gálvez, cuyos miembros ocuparon altos cargos durante el reinado de Carlos III, y consiguieron para su pueblo el sobrenombre del "pequeño Madrid" en el siglo XVIII.

Gracias a la acción militar y de gobierno desarrolladas por hasta cinco miembros de esta familia, Macharaviaya tuvo un reconocimiento nacional y contó, entre otros privilegios, con la fábrica que poseía el monopolio del comercio de naipes con América. EFE

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