Denegado el permiso de salida a Breivik para asistir al entierro de su madre

  • Las autoridades noruegas denegaron hoy concederle un permiso al ultraderechista Anders Behring Breivik, que cumple condena por los atentados de julio de 2011 en ese país nórdico, para poder asistir al entierro de su madre.

Copenhague, 26 mar.- Las autoridades noruegas denegaron hoy concederle un permiso al ultraderechista Anders Behring Breivik, que cumple condena por los atentados de julio de 2011 en ese país nórdico, para poder asistir al entierro de su madre.

La Dirección General de Servicios Penitenciarios apeló a que el riesgo de seguridad sería demasiado grande para rechazar la petición de Breivik, que a través de uno de sus abogados, Tord Jordet, ha anunciado que apelará el fallo.

El anuncio coincide con la decisión de mantener otro seis meses al extremista noruego en la zona de máxima seguridad del penal de Ila, al oeste de Oslo, lo que implica que sólo puede abandonar la cárcel en caso de urgencia médica.

Jordet criticó en un comunicado que las autoridades noruegas hayan decidido prolongar esa medida cuando todavía sigue el proceso por la denuncia presentada hace unos meses por Breivik contra el régimen carcelario al que está sometido y que según él es un intento indirecto de llevarlo al suicidio.

"En las quejas y la denuncia hemos destacado que la presencia prolongada en un departamento como ese puede constituir en sí misma una violación de los derechos humanos", señaló Jordet.

Breivik ha permanecido en un régimen de aislamiento especial desde su detención el 22 de julio de 2011, horas después de haber hecho estallar una furgoneta bomba en el complejo gubernamental de Oslo, causando la muerte a ocho personas.

Justo después se trasladó en coche a la isla de Utoya, al oeste de la capital, donde perpetró una matanza en el campamento de las Juventudes Laboristas, en la que murieron otras 69 personas.

Un tribunal de Oslo lo condenó en agosto pasado a 21 años de prisión prorrogables de forma indefinida, la pena máxima y que puede equivaler a una cadena perpetua, al considerarle penalmente responsable de los atentados y rechazar que sea un enfermo mental.

Su madre, Wenche Behring, falleció el viernes pasado a los 66 años y todavía se desconoce la fecha del entierro y del funeral.

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