Derecha tradicional hondureña medirá fuerzas mañana con izquierda de Zelaya

  • Los hondureños decidirán en las elecciones generales de mañana si rompen con el bipartidismo tradicional de más de un siglo, o si la izquierda, de la mano de Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, llega por primera vez al poder.

Tegucigalpa, 23 nov.- Los hondureños decidirán en las elecciones generales de mañana si rompen con el bipartidismo tradicional de más de un siglo, o si la izquierda, de la mano de Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, llega por primera vez al poder.

Los candidatos con mayor opción de triunfo son Juan Orlando Hernández, del conservador Partido Nacional, en el poder, y Xiomara Castro, del Libertad y Refundación (Libre, de izquierda), surgido tras el derrocamiento de Zelaya, su marido, el 28 de junio de 2009 cuando pretendía reformas constitucionales violentando la ley.

Según los últimos sondeos de opinión difundidos a finales de octubre pasado, hasta entonces se había registrado un empate técnico entre Hernández y Castro, mientras que el candidato Mauricio Villeda, del Partido Liberal, en 2006 llevó al poder a Manuel Zelaya, recuperaba terreno y se situaba en tercer lugar.

Sin embargo, Hernández y Castro se han declarado anticipadamente ganadores de manera "contundente" de las elecciones de mañana, en las que, por primera vez, participarán nueve partidos políticos, cuatro de ellos, incluido Libre, surgidos tras el golpe de Estado a Zelaya.

Por una alianza a nivel presidencial de dos partidos minoritarios, los candidatos presidenciales solamente son ocho.

"¿Qué quién va a ganar?. Quién sabe", expresó a Efe Ovidio Marroquín, un pequeño empresario de la zapatería, quien dijo que este domingo votará y que espera dentro de cuatro años "no estar llorando arrepentido si mañana me equivoco en las votaciones".

De los 8,5 millones de habitantes que tiene Honduras, 5,3 podrán ejercer el sufragio, según el padrón del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que hoy reiteró su llamamiento a concurrir mañana masivamente a las urnas para fortalecer la incipiente democracia hondureña.

Los comicios serán los novenos consecutivos desde que el país retornó a la democracia en 1980, tras casi dos décadas de regímenes militares.

En la víspera de las elecciones, observadores nacionales e internacionales, misiones diplomáticas, las iglesias católica y evangélica; empresarios, expresidentes y el actual gobernante, Porfirio Lobo, entre otros sectores, también le han pedido a los hondureños que mañana salgan a votar y cuidar su voto.

El ganador de mañana, sea de izquierda o de derecha, asumirá el 27 de enero de 2014 los destinos de un país sumido en una crisis económica y financiera sin precedentes, con una violencia que a diario deja unos 20 muertos, casi dos millones de desempleados y un creciente crimen organizado y narcotráfico, entre otros flagelos.

El país centroamericano también sufre una división social derivada de la crisis del golpe de Estado a Zelaya, quien mañana espera ser favorecido con el voto para ser diputado ante el Parlamento por el partido Libre.

Zelaya, quien ha sido un empresario agrícola y maderero, con el Partido Liberal llegó a ser ministro del Fondo Hondureño de Inversión Social, diputado ante el Parlamento local y el Parlamento Centroamericano, en éste último después de que fue derrocado.

Los candidatos presidenciales con más opciones de triunfo aseguran que tienen definidas sus estrategias y planes de gobierno para dar respuesta a los graves problemas del país, lo que los hondureños han venido escuchando desde el retorno a la democracia.

Lo que no dicen puntualmente los candidatos es cómo, en qué tiempo y con qué recursos resolverán tantos problemas de Honduras, principalmente los que demandan de mucho dinero, de lo que no dispondrá de inmediato la administración que asuma en enero, ni es ve factible la aplicación de nuevos impuestos, según analistas.

Hasta ahora el proceso electoral ha transcurrido sin mayores incidentes, y según el expresidente paraguayo Fernando Lugo, quien llegó el viernes a Tegucigalpa, se espera que mañana los comicios sean "una fiesta democrática".

Lugo, quien apoya al partido Libre, se sumó hoy a los múltiples sectores que le están pidiendo a los hondureños que alejen el miedo y que mañana concurran masivamente a las urnas.

"Todos los procesos electorales son vulnerables, pero lo importante es que haya una controlaría ciudadana para garantizar unas elecciones libres", subrayó Lugo, quien además considera que por lo que ha observado, el proceso se desarrolla en un "ambiente de tranquilidad y de paz".

De una treintena de hondureños consultados hoy por Efe, todos coincidieron en que esperan que el nuevo gobierno garantice trabajo y seguridad, las únicas dos promesas de campaña de Lobo, quien en cuatro años no pudo cumplir ninguna de las dos.

"Si Dios lo permite, mañana voy a votar, yo espero que con el nuevo gobierno tengamos seguridad", dijo Ramón Díaz, un taxista independiente que también agradece no ser víctima del "impuesto de guerra" que las "maras" (pandillas armadas) le cobran a muchos de los que atienden con sus unidades en puntos fijos de la ciudad. EFE

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