La banda actuaba dividida en dos grupos, uno de los cuales era el encargado de contactar con las víctimas y concertar las citas para supuestas compras, mientras el segundo cometía los robos cuando estas últimas acudían a comprar la droga, informó este miércoles la policía española.
Los miembros de la red no dudaban en utilizar la violencia para reducir y robar a sus víctimas, una de las cuales tuvo que ser asistida en un hospital, según la misma fuente.
Pese a que el grupo fingía ventas de droga para atraer a sus víctimas, la operación se inició en febrero pasado después de que tres personas acudieran a un piso de un barrio madrileño para comprar un vehículo que habían visto en un anuncio.
Cuando llegaron al mismo, fueron abordados por varios individuos que les maniataron y les robaron 22.000 euros amenazándolos con armas de fuego.
Posteriormente, la policía se dio cuenta de que esta forma de operar se repetía pero con compradores de droga.
Los miembros de la organización fueron detenidos en las provincias de Valencia y Cuenca cuando huían tras haber cometido uno de sus robos.
En los registros llevados a cabo en dos viviendas de Madrid y la localidad de Getafe, cerca de la capital, los agentes se incautaron de 40.000 euros en efectivo, una pistola y varias armas blancas, así como distinto material para cometer sus robos.
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