Desmantelado un laboratorio de clorhidrato de cocaína en madrid


Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres personas pertenecientes a un grupo organizado dedicado a la manipulación de drogas en un laboratorio clandestino de procesamiento de clorhidrato de cocaína ubicado en una pequeña pedanía madrileña.
Según informó este miércoles la Dirección General de la Policía, los agentes han intervenido más de 70 kilos de clorhidrato de cocaína, 700 litros de sustancias químicas, 30 kilos de cocaína y numeroso instrumental de laboratorio.
La pasta base era introducida en España oculta en patas de madera de mesillas de salón a las que se había practicado una oquedad para camuflar la materia prima.
El grupo organizado, integrado por ciudadanos de origen colombiano, había instalado el laboratorio en un chalé de la pedanía de Serracines, en el madrileño término municipal de Fresno de Torote.
La parcela estaba rodeada de un frondoso seto de gran altura que imposibilitaba la visión desde el exterior y además los delincuentes tomaban todo tipo de medidas de seguridad con el objetivo de pasar desapercibidos.
Sin embargo, los agentes pudieron comprobar cómo dos de los miembros de la organización acudían cada día a media mañana al chalé, donde permanecían hasta altas horas de la madrugada.
Asimismo, la casa permanecía día y noche con las ventanas y puertas entreabiertas, lo que hizo suponer que podrían estar utilizando productos químicos.
Mientras uno de los detenidos permanecía siempre en el interior de la vivienda para vigilar y controlar los procesos químicos, los otros dos arrestados se encargaban de facilitar la materia prima con la que trabajaban, así como de llevarse los “ladrillos” de clorhidrato de cocaína ya producidos a otro domicilio utilizado como depósito.
Los agentes procedieron a entrar y registrar el chalé-laboratorio con la colaboración de los especialistas del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y encontraron el laboratorio en pleno funcionamiento.
Durante el registro se aprehendieron varias patas de mesas de madera en la que ocultaban la droga y material de laboratorio como una prensa hidráulica, moldes de tamaño de un kilogramo, filtros o secadores.
En otra vivienda de la organización registrada en Madrid se encontraba el resto del estupefaciente, en total 70 kilos de clorhidrato de cocaína, alguna ya dispuesta para su secado y parte oculta aún en las patas de madera.

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