El difícil camino de México para llegar a juicios orales inspirados en EEUU

Con monótona voz, la fiscal presenta una prueba en su acusación contra dos jóvenes por el escandaloso homicidio de una alcaldesa, mientras el tímido abogado apenas los defiende. Es uno de los nuevos juicios orales con los que México trata de transformar su opaco sistema judicial.

El antiguo sistema en el que los jueces sentencian sin poner un pie en las audiencias, sin ver la cara a los acusados y con una montaña de expedientes, tiene las horas contadas en México.

La justicia trabaja a contrarreloj para terminar la transición a un sistema penal basado en juicios orales, similar al estadounidense o europeo, antes del 18 de junio, cuando termina el plazo otorgado en 2008 por una reforma constitucional.

"México ha hecho un esfuerzo titánico", dijo María de los Ángeles Fromow, secretaria técnica del Consejo de Coordinación para la implementación del sistema judicial.

"Se está dando una transformación al fortalecimiento del Estado de Derecho en eficacia, en transparencia", agregó.

Un botón de muestra de esta difícil transición es la audiencia celebrada en febrero contra dos jóvenes por el homicidio de la alcaldesa de Temixco, un municipio en Morelos (centro), uno de los primeros estados en aplicar juicios orales.

En vez de usar uniforme de reos y declarar tras las rejas, como aún sucede en muchas partes del país, los dos detenidos se presentaron de civil y sin esposas a una sala reluciente y tecnificada construida para juicios orales.

Sin embargo, no todo fue brillante. El titubeante abogado defensor apenas cuestionó la principal prueba presentada por la fiscal: un sobre amarillo que llegó de manera anónima.

El sobre había sido abandonado en la puerta de la casa de la alcaldesa, días después de su asesinato el 2 de febrero por hombres armados que irrumpieron violentamente, sacaron a la víctima de su cama y la mataron frente a sus familiares.

El remitente del sobre, dirigido a la madre de la alcaldesa, decía: "Si quieres saber quién mató a tu hija, abre esto". Dentro había tres fotografías, dos de las cuales correspondían a los chicos sentados ahora en el banquillo de los acusados y a quienes el juez resolvió procesar por homicidio.

Aunque este tipo de juicios parezcan imperfectos, "nada es peor que lo que tenemos ahora", dijo sarcástico un instructor durante un curso sobre el nuevo sistema para periodistas.

Losmexicanos se indignaron al ver en 2011 "Presunto culpable", un taquillero documental sobre un joven sentenciado a 20 años de cárcel por un asesinato que no cometió, por un juez que no asistió a la audiencia, sin pruebas y con un testimonio falso.

Los estados han sido renuentes a cambiar un sistema judicial que existió por más de 100 años. En 23 de las 32 entidades empezaron a construir salas y capacitar jueces apenas en 2014 y 2015.

Siete estados están completamente listos mientras que otros 25 aplican el sistema parcialmente.

México llega tarde a esta ola internacional adoptada en 1975 por Costa Rica y seguida por otras naciones latinoamericanas.

Estados Unidos, el gran impulsor de este sistema, ha canalizado 250 millones de dólares y capacitado a más de 30.000 personas, entre jueces y personal auxiliar, para ayudar a México en su transición. La Unión Europea, Chile y Colombia también han prestado asesoría.

La reforma busca liberar las sobrepobladas cárceles y reducir la altísima tasa de impunidad.

Un estudio realizado en estados que han adoptado los juicios orales muestra que los casos se resuelven entre 150 y 180 días, contra los más de 500 del antiguo sistema.

"La entrada en vigor del sistema, no admitirá prórroga alguna", advirtió el presidente Enrique Peña Nieto.

No hay penalidad por no respetar el plazo, pero Fromow dijo que los estados arriesgarían perder en caso de apelaciones por no cambiar al nuevo sistema.

La principal crítica es que se trata de una imposición de Estados Unidos, que según sus detractores, abriría las puertas a los grandes bufetes estadounidenses.

A Estados Unidos "le interesa asegurar sus inversiones, con sistemas de justicia más transparentes", juicios más breves y modernos, dice Raúl Carrillo del Muro, pionero de esta corriente en Zacatecas y ahora director de la Escuela Judicial de ese estado.

Organizaciones de abogados y estudiantes de derecho salieron a las calles a protestar contra la reforma en Oaxaca (sur). Y un caso releevante mostró problemas en el sistema.

En 2010, un hombre asesinó frente al palacio de gobierno de Chihuahua (norte) a Marisela Escobedo, una activista que desplegó una aguerrida campaña contra la liberación del supuesto asesino de su hija en un juicio oral.

"Se creó una percepción muy negativa del sistema a nivel nacional, se insistió que era hipergarantista", señaló Carrillo del Muro.

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