Diputada paraguaya clama contra "actitud grosera" de presidenta argentina

  • La Cámara de Diputados de Paraguay pidió hoy a la comisión de Relaciones Exteriores emitir una protesta por las declaraciones en Asunción de la presidenta argentina, Cristina Fernández, sobre la represa de Yacyretá, compartida por ambos países, que fueron calificadas de groseras por una diputada.

Asunción, 14 ago.- La Cámara de Diputados de Paraguay pidió hoy a la comisión de Relaciones Exteriores emitir una protesta por las declaraciones en Asunción de la presidenta argentina, Cristina Fernández, sobre la represa de Yacyretá, compartida por ambos países, que fueron calificadas de groseras por una diputada.

La diputada independiente Olga Ferreira pidió a sus colegas que se manifiesten contra la "actitud grosera, prepotente, maleducada e infeliz" de Fernández durante su declaración conjunta, el miércoles, con el mandatario paraguayo, Horacio Cartes, en el Palacio de Gobierno.

Fernández, que acudió oficialmente a Asunción para restituir unos muebles que pertenecieron a un presidente de Paraguay y fueron incautados durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), dijo que "si no hubiera sido por nuestro Gobierno, el que empezó en 2003, Yacyretá no estaría terminada".

Cuando Cartes tomó el turno de palabra, agradeció la restitución de los muebles e hizo un repaso a la historia común de ambos países, pero no mencionó la hidroeléctrica.

En su intervención en la Cámara de Diputados, Ferreira consideró las declaraciones de Fernández como una burla para el pueblo paraguayo.

"La presidenta argentina ofende a una nación, viene a burlarse de una nación después de su rica historia contra nosotros, cerrando el Mercosur, tirarnos como basura, mantener todos nuestros productos pudriéndose", declaró la legisladora opositora.

Paraguay y Argentina comenzaron en junio, al cumplirse los 40 años de su entrada en vigencia, la revisión del tratado que rige la administración de la hidroeléctrica Yacyretá, de propiedad conjunta.

El pasado 27 de junio la Cancillería de Paraguay anunció que estaba cerca de alcanzar un principio de acuerdo con Argentina sobre la gestión conjunta de la presa.

"Paraguay no reconoce ninguna deuda ni ningún interés que Argentina quiera imponer (...) la pelota en este momento está en la cancha del ministro de Economía argentino", dijo hoy el senador del gobernante Partido Colorado Arnoldo Wiens a la radio Primero de Marzo.

"El silencio de nuestro presidente sobre las expresiones de la presidenta argentina de ninguna manera son un silencio cómplice, todo lo contrario, el silencio es una postura firme de que Paraguay no va a mover un ápice en esta cuestión de la renegociación del tratado", dijo Wiens.

Paraguay pide que ambos se turnen en el máximo cargo de la Entidad Binacional, pues hasta ahora Argentina ha estado al frente siempre de la dirección general de la hidroeléctrica, y una mayor compensación por el territorio inundado por la construcción de la represa, el 80 % del cual fue paraguayo.

Este país solo emplea una pequeña parte del 50 % de electricidad que le corresponde y según el tratado original el valor de venta del excedente se debía basar en el costo de producción, pero ese mecanismo nunca se aplicó.

En su lugar, en 1992 los Gobiernos establecieron una tarifa fija, de 0,03 dólares por kilowatio/hora, que debería estar vigente hasta 2048, el término de vida útil de la presa.

El Congreso paraguayo reclama que nunca aprobó ese cambio, por lo que niega su validez e insiste en que la tarifa se eleve.

Juan Schmalko, el director paraguayo de la hidroeléctrica, ha indicado que cada año los costos de operación suman 1.000 millones de dólares, incluidos intereses por el dinero aportado por Argentina a la construcción, mientras que su producción energética solo vale 900 millones.

Paraguay mantiene que los fondos argentinos fueron "aportes" y no préstamos, por lo que quiere que se revise su cómputo en la contabilidad de la Entidad Binacional.

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