El discurso de Pedro Sánchez en el debate de investidura

  • Lo que pretende hacernos creer el sr. candidato es que, si hoy España no tiene gobierno, si no se completa una mayoría, si él no es elegido presidente, será por culpa de todos los demás, que somos los malos”.

    "Lo que España realmente necesita no son cuatro años más de Gobierno del sr. Rajoy. Y colaborar a ello es uno de los actos de más responsabilidad que un político pueda hacer en nuestros días."

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El discurso de Pedro Sánchez en el debate de investidura
El discurso de Pedro Sánchez en el debate de investidura
L.I

"Seré claro y directo". Así ha empezado Pedro Sánchez, líder del PSOE, su discurso en el debate de la sesión de investidura. El grupo socialista votará en contra de su candidatura a la presidencia del Gobierno. Y lo vamos a hacer con total y absoluto convencimiento, por coherencia con nuestro ideario político, por el compromiso adquirido con nuestros votantes y por el bien de nuestro país. Porque España necesita con urgencia un Gobierno; no un mal gobierno.España necesita un Gobierno, sí, por eso votaremos en contra a la continuidad de su desgobierno, sr. candidato.Permítame decírselo con sus propias palabras: “El señor candidato, en lugar de intentar articular una mayoría suficiente, ha preferido no hacerlo por razones que nada tienen que ver con el Gobierno de España o los intereses de los españoles, sino exclusivamente con los planes particulares del señor candidato”.Y siguiendo con sus propias palabras: “ha venido usted, sin que nadie le hiciera sombra, a presentar una candidatura para formar Gobierno cuando, en realidad, no ha movido un dedo para formarlo. A lo mejor usted pretende que alguien se lo regale hoy”.Estos son sus propios argumentos, sr. Rajoy. Todavía no he empezado con los nuestros. Si usted fuera coherente con sus palabras y con sus actuaciones, debería ser el primero que debería votar en contra de su propia candidatura.Lo que pretende hacernos creer el sr. candidato es que, si hoy España no tiene gobierno, si no se completa una mayoría, si él no es elegido presidente, será por culpa de todos los demás, que somos los malos”.El sr. candidato trae a esta Cámara un acuerdo con otra fuerza parlamentaria, insuficiente para sacar adelante su candidatura. Un acuerdo del que, supongo, usted estará avergonzado. Le recuerdo cómo califico el pacto que se presentó en esta Cámara hace unos meses. Decía usted, sr. Rajoy, que aquel acuerdo no era más que “una representación teatral y altisonante. Me refiero a la solemnísima firma de un acuerdo de limitada relevancia, - y continuaba usted diciendo- que nos hacía pensar que estábamos ante una página histórica de dimensiones sólo comparables al Pacto de los Toros de Guisando”.Al fijar este debate en una fecha tal que una eventual repetición electoral se produciría el 25 de diciembre. Sr. Rajoy, cae usted en el maniqueísmo de o usted o el caos. Por fortuna para la política española, hay vida más allá del sr. Rajoy. Con todo, es éste un chantaje en toda regla que ha contado con la complicidad de la presidenta del Congreso incumpliendo el deber de defender la independencia del poder legislativo, incluso, de las tropelías del Sr. Rajoy. Sra. Pastor, aceptando la malintencionada fecha impuesta por el candidato, usted ha dejado al Congreso por los suelos. Dice usted que le preocupa la imagen que dé España en Europa. Le recuerdo que en alemán, Correa se dice Gürtel. Quizás porque ante un caso así, en Alemania hubiera habido dimisiones. No en su Gobierno. Su negativa a asumir responsabilidades explica en buena medida la desconfianza que hacia usted se respira en esta Cámara.El debate de investidura no es de convalidación del resultado electoral. Nuestra democracia se sustenta en un sistema parlamentario. Y el de investidura es un debate sobre la confianza que genera el candidato ante los 350 diputados y diputadas. Les recuerdo lo que dice el artículo 99 de la Constitución: el candidato “solicitará la confianza de la Cámara”.Y, sr. Rajoy, su comportamiento reciente y lejano, su uso y abuso de las instituciones, sus mentiras de ayer y de hoy, sus políticas antisociales, su determinación en continuarlas, su no asunción de responsabilidades políticas ante los graves casos de corrupción que le afectan avalan nuestra absoluta desconfianza hacia usted, y por ello le decimos no.Y nuestro NO es un SÍ a un país libre de la correa de la corrupción, sí a jueces y fiscales con recursos para luchar contra la corrupción, sí a que el corruptor y el corrompido entren en prisión y devuelvan lo robado, sí a unos medios de comunicación públicos independientes, sí a convertir el Parlamento en el centro de la vida pública, sí a políticos con bolsillos de cristal, sin sobresueldos ni sueldos en sobres, sí a la ejemplaridad pública, sí al diálogo y un no a la imposición, sí a la reconciliación de los españoles con la política digna y con sus instituciones.Tenemos una primera y principal obligación institucional. La de representar de forma constructiva y leal a los millones de españoles que no desean que el sr. Rajoy siga siendo presidente.Lo que nadie puede pedirnos es que apoyemos aquello que aspiramos a cambiar, que reforcemos aquello a lo que nos enfrentamos, que utilicemos la fuerza que millones de ciudadanos nos han dado para ir en contra de lo que creen.No es defendible que un presidente de Gobierno que ha aplicado políticas antisociales y que al mismo tiempo es presidente de un partido imputado por corrupción, pueda ser el orientador de la regeneración de nuestro sistema político e institucional.La suma letal de corrupción, mala gestión económica y desigualdad a la que su Gobierno ha arrastrado a España, no desaparece tras un proceso electoral, ni se sobresee en una investidura, sino que requiere de nuevas políticas y de nuevos actores.Recortes que en la mayoría de los casos no se explican por la crisis, sino por la ideología conservador de quien gobierna.España necesita un gobierno, sí, un gobierno que sea limpio, social y que sea creíble. Y el suyo no lo es, ni lo sería.Votaremos en contra de su candidatura, porque en relación con el modelo de Estado, su actuación, lejos de atajar la crisis territorial ha contribuido a agudizarla. Lo ha hecho porque ha prolongado en el tiempo errores de fondo que usted protagonizó cuando era líder la oposición, se ha negado al diálogo con las instituciones de Cataluña, ha practicado políticas recentralizadoras que demuestran su concepción centralista y uniformizadora del Estado, y ha acreditado que ni entiende la diversidad de España, ni sabe cómo reflejarlo en nuestro ordenamiento, ni está en condiciones de tratarlo.Sr. Rajoy como es habitual en usted, hoy ha vuelto a pasar de puntillas por la política exterior de España.  Seguramente, para evitar evidenciar que su Gobierno tiene para España una política que parece la de un satélite o la de un cliente que asume la que otras potencias deciden conforme a sus intereses particulares.Ni en su programa de Gobierno, ni en el acuerdo de investidura que presenta hay propósito de enmienda. Hay más de lo mismo, atenuado, maquillado o disimulado, y desde luego forzado por las circunstancias.Nuestro pacto con Cs solo tenía una dirección, el cambio de gobierno y de políticas, pero el suyo tiene el sentido contrario. Nosotros estamos en contra de la continuidad del Sr. Rajoy.Usted no quiere derogar las leyes estrella aprobadas unilateralmente durante su mandato. Leyes que no han hecho otra cosa que traer desigualdad, precariedad, paro encubierto, pérdida de derechos y libertades, grandes recortes en nuestro Estado del Bienestar, fractura territorial. Lo único que ofrece es continuismo.   Para el sr. Rajoy el cambio es que todos cambien, menos él. Como es evidente que con sus votos no puede mantener de ninguna manera la posición de la que ha disfrutado estos años pasados, ha decidido que sólo hay una alternativa: que sean los votos de quienes abiertamente nos hemos enfrentado a él, los que sostengamos ahora esas mismas políticas y a él como presidente. No cuente con los socialistas.Lo que usted quiere es gobernar sin oposición.Si la legislatura en la que gobernó con mayoría absoluta fue la legislatura de los recortes sociales, la desigualdad y la corrupción, ésta, en el caso de que cediéramos a sus presiones, sería la legislatura del chantaje.Lo que en el fondo usted ha defendido hoy es gobernar sin oposición y, de paso, tratar de satelizar el Partido Socialista. Pero le digo que tampoco esta vez podrá con el Partido Socialista.El PSOE y su grupo parlamentario es coherente con su historia, su memoria, con su programa, con la palabra dada a los españoles. El PSOE nació para construir una alternativa al sistema económico dominante y sus secuelas de explotación, exclusión social, pobreza y dominación. La Libertad, la Democracia, la Igualdad, la Solidaridad y la Paz, son valores y principios irrenunciables en el mundo de hoy. Los socialistas no vamos a claudicar en su defensa.Sr. Rajoy, no solo no podemos secundar su chantaje, sino que los denunciamos. Lo que usted ha pretendido con la demora de su decisión, es trasladar a los ciudadanos la falsa idea de que o usted gobierna España o hay que ir a votar el día de navidad.Así que, reiteramos la conclusión: lo que España realmente necesita no son cuatro años más de Gobierno del sr. Rajoy. Y colaborar a ello es uno de los actos de más responsabilidad que un político pueda hacer en nuestros días.

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