Tegucigalpa, 5 oct.- Dos personas murieron y nueve resultaron lesionadas en el desalojo de presuntos delincuentes que robaban en una planta procesadora de palma africana en el Caribe de Honduras, informó hoy una fuente oficial.
El comandante de la 105 Brigada de Infantería en San Pedro Sula (norte), coronel Carlos Discua, dijo que el incidente armado, en el que además fueron detenidas otras 18 personas, se registró entre la noche del jueves y la madrugada de hoy, en el sector de Santa Ana, departamento de Atlántida, en el Caribe hondureño.
Las víctimas son el cabo Luis Alfredo Varela, del IV Batallón de Infantería, y un presunto delincuente no identificado, agregó Discua.
Los heridos son dos militares, dos policías y cinco guardias privados de seguridad de la empresa CAICESA, donde los presuntos delincuentes pretendían robar, según la misma fuente.
Discua explicó a los periodistas que, según un informe de la Policía Nacional, en el sector donde se produjo el incidente unas 60 personas armadas pretendían robar en la empresa CAICESA, cuyos guardias privados denunciaron lo que estaba ocurriendo y solicitaron ayuda a las fuerzas del orden.
Al ver que los presuntos asaltantes eran muchos, la Policía solicitó apoyo del Ejército, que se hizo presente con varios efectivos del IV Batallón que tiene asiento en la ciudad de La Ceiba, dijo el coronel.
El hecho se registró en el sector del Bajo Aguán, donde en los últimos tres años han muerto más de 60 personas, entre campesinos, policías y guardias de seguridad privada, por conflictos derivados de reclamos de tierras que hacen grupos de labradores organizados en el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA).
Un acuerdo entre el Gobierno que preside Porfirio Lobo con empresarios y campesinos suscrito hace dos años, no ha resuelto el problema, pese a que el Ejecutivo ha comprado más de 4.000 hectáreas, algunas cultivadas con palma africana, que este año han comenzado a ser entregadas a los labriegos.
El Ejército y la Policía Nacional mantienen una fuerte presencia en la zona, mientras que el Parlamento hondureño ordenó hace unas pocas semanas un desarme en el departamento de Colón para frenar la violencia.
Las autoridades hondureñas consideran que muchas acciones violentas en el Bajo Aguán no son de campesinos, sino de delincuentes armados.
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