Arriesgando la vida, en medio de una lluvia de disparos de AK-47, superando la confusión de las granadas, del estallido de una kamikaze... así acabaron los miembros del RAID de la Policía Nacional francesa con la célula terrorista que se ocultaba en un piso de Saint-Denis, cerca de París.
Mucho valor, preparación psicológica, una condición física extraordinaria, y un entrenamiento que les hace proceder como cirujanos en un quirófano es el bagaje que precisan los miembros del RAID (Recherche, Assistance, Intervention, Dissuasion), que cuenta sus intervenciones por éxitos.
Los miembros de esta unidad, que son conocidos como Les panthères noires (las panteras negras) debido a la insignia de unidad y sus uniformes tácticos, fueron los responsables de anular la amenaza que suponía el grupo de miembros de Daesh que pretendían seguir sembrando el terror en Francia.
Jean-Michel Fauvergue,responsable de esta unidad de asalto creada en 1985, ofrece una entrevista en Le Figaroalgunos detalles de cómo se produjo la operación, en la que realizaron 5.000 disparos, y que acabó con dos muertos y ocho sospechosos detenidos.Labor de inteligencia eficaz
Lo primero que deja claro el jefe de la unidad es que hubo una labor eficaz de inteligencia, puede que con colaboración de Servicios de Inteligencia extranjeros como laDGED marroquí (Direction Générale des Études et de la Documentation).El asalto minuto a minuto
Gracias a esa labor de espionaje el equipo de asalto llega a larue du Corbillon de Saint-Denis sabiendo queprobablemente los terroristas están armados con fusiles Kalashnikov y chalecos explosivos. También tienen información de que Abdelhamid Abu Abaaoud, inductor de los atentados del 13 de noviembre, puede estar dentro del piso.
El asalto comienza a las 04:16 de la madrugada, cuando se despliegan fuerzas en el barrio, desalojando a los vecinos de manera sigilosa. Unos 110 agentes están presentes en la intervención. En el asalto participan 70.
La unidad del RAID decide hacer su entrada en la vivienda con explosivos para abrir la puerta, un método generalmente eficaz ya que sorprende a la gente que está en el interior. Por desgracia, como ocurre algunas veces, no funciona bien.
El apartamento, ubicado en un tercer piso, tiene una puerta blindada que no salta de sus goznes con el cebo, por lo que se pierde el efecto sorpresa y hay que cambiar de táctica. Los agentes se ven de repente atrapados en un intercambio de disparos.
Además, al ser conscientes de la operación policial, los terroristas instalan rápidamente un escudo tras la puerta, que consiste en una mampara bastante pesada, colocada sobre una estructura con ruedas.
Parapetados tras ese escudo los terroristas y los agentes mantienen un intenso tiroteo que dura cerca de tres cuartos de hora.
Además de disparar con sus AK47, los yihadistas también lanzan granadas. Tras ese primer intercambio de disparos, los tiros se hacen más esporádicos, intercalados con ráfagas ocasionales.
Tras un largo tiempo de silencio en la escena, se decide enviar a un perro para hacer un reconocimiento de la zona, que desafortunadamente resulta muerto.
En las azoteas cercanas se desplieganseis francotiradores, controlando las ventanas del apartamento. Uno de ellos observa a uno de los terroristas y le pide que levante las manos y se rinda. El individuo no lo hace, y el francotirador actúa. No falla.Un trozo de columna cayó sobre un coche
Poco después la mujer presente en el interior del piso lanza una larga ráfaga de disparos, a la que sigue una gran explosión. Los cristales de las ventanas de ambos lados de la calle se hacen añicos, mientras un pedazo de cuerpo humano "un trozo de la columna vertebral", según el jefe del RAID, cae sobre un coche patrulla.
Hasna Aitboulahcen, como se llama la terrorista, hace saltar en pedazos el apartamento con la esperanza de que la fuerza de la explosión afecte al equipo del RAID, pero no lo logra.
En este momento marcan las 9.00 de la mañana, y solamente se escuchan ya los disparos de un Kalashnikov porque el segundo tirador está muerto.
Ante la falta de datos sobre el escenario dentro del piso, los efectivos policiales deciden lanzar granadas de 40 mm aturdidoras, para seguir avanzando en el apartamento.
Llegan incluso a enviar un dron a mirar a través de las ventanas y claraboyas, pero no logran sacar datos útiles. Antes envían un primer robot equipado con cámara, que poco puede aportar al quedar bloqueado rápidamente por los escombros.Cámaras a través del suelo
En ese punto, tras el suicidio deHasna Aitboulahcen, los agentes del asalto perciben agujeros en el suelo del apartamento del tercer piso, por los que desde el segundo piso introducen postes con cámaras para observar el escenario. Así detectan un cuerpo caído, que está muy dañado y no es identificable, ya que probablemente fue alcanzado por granadas y recibido múltiples disparos.
Deciden entonces que un grupo despeje el piso de los terroristas, mientras otro grupo accede al tejado hallando escondidos a dos hombres tras el tendedero, que son detenidos. Ahí se puso punto final al asalto.
Cinco agentes del RAID resultan heridos, algunos por balas y otros por impactos de metralla de los explosivos. Ninguno de ellos se encuentra grave.
Los estrategas del RAID admiten que la incidencia del terrorismo suicida les hizo cambiar sus técnicas de intervención hace tiempo. Para ello han contado con asesoramiento de unidades similares extranjeras, especialmente de Israel. Las tácticas se enfocan a minimizar el daño ante un atacante suicida.Nacidos en Neuilly
El primer éxito conocido del RAID se produjo en la ciudad de Neuilly, el 15 de mayo de 1993, siendo alcalde de la ciudad un joven llamado Nicolas Sarkozy.
Una fuerza de asalto de quince hombres puso fin a dos jornadas de pulso entre la Policía y un terrorista, que con cartuchos de dinamita en el pecho había tomado como rehenes a 21 niños de preescolar y a su maestra.
El equipo de asalto entró en acción y de tres disparos en la cabeza sobre el terrorista se puso fin al secuestro, en un asalto que duró apenas 30 segundos en total. Ninguno de los rehenes resultó herido.
Los miembros del RAID se seleccionan de experimentados oficiales de la Policía Nacional gala, estando limitado el acceso a voluntarios de entre 25 y 35 años de edad, con al menos cinco años de experiencia y excelente condición física.
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