EE.UU. apoya la expulsión de Libia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU

Washington.- El Gobierno estadounidense se mostró hoy partidario de la expulsión de Libia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, según dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.

"Apoyamos la expulsión de Libia del consejo de Derechos Humanos", dijo el portavoz durante su rueda de prensa diaria. "El Gobierno de Libia ha violado los derechos de su gente, con acciones que continúan aumentando el aislamiento del Gobierno libio".

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, viajará el domingo a Ginebra para participar el lunes en una sesión especial para decidir sobre la expulsión de Libia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

El portavoz dijo que Estados Unidos está considerando imponer sanciones contra Libia para obligar al régimen del coronel Muamar el Gadafi a acabar con la violencia contra sus ciudadanos.

"Hay una serie de pasos que podemos tomar de manera bilateral y multilateral" que, según dijo, "ciertamente incluyen estudiar la posibilidad de imponer sanciones".

Crowley señaló que Estados Unidos no tiene la misma relación económica con Libia que tienen otros países a los que pidió que presionen a Gadafi y a su familia.

"Necesitamos trabajar como comunidad internacional para presionar colectivamente a Libia", dijo el portavoz, quien aseguró que Estados Unidos, junto con sus aliados, están en el "proceso de evaluar opciones, tomar decisiones y actuar".

Aunque no hay datos oficiales, según la última estimación de la organización Human Rights Watch (HRW), la cifra de fallecidos a consecuencia de la represión de las manifestaciones en Libia en demanda de una reforma democrática superan los 200.

"Como el presidente (Barack Obama) dejó claro ayer, apoyamos los derechos universales de los ciudadanos libios, eso incluye el derecho de reunión pacífica, libertad de expresión y la capacidad del pueblo libio de determinar su propio destino", dijo.

Crowley enfatizó que esos son derechos humanos "no negociables, que deben ser respetados en cada país y no deben ser negados a través de la violencia o la represión".