El arzobispo castrense llama a salvaguardar la Corona en la misa por Don Juan

  • El arzobispo castrense, Juan del Río, ha destacado ante la Familia Real, en la misa del centenario de Don Juan de Borbón, cómo el Conde de Barcelona supo entender que "reinar es siempre servir" y el ejemplo que ha transmitido a don Juan Carlos para salvaguardar a la Monarquía de "sectarismos y partidismos".

Madrid, 20 jun.- El arzobispo castrense, Juan del Río, ha destacado ante la Familia Real, en la misa del centenario de Don Juan de Borbón, cómo el Conde de Barcelona supo entender que "reinar es siempre servir" y el ejemplo que ha transmitido a don Juan Carlos para salvaguardar a la Monarquía de "sectarismos y partidismos".

Unos 220 asistentes, entre ellos las altas autoridades del Estado y personas vinculadas a las distintas etapas de la vida de Don Juan, han acudido a la capilla del Palacio Real para asistir a esta ceremonia religiosa, oficiada por Del Río junto a Pablo Pandero, vicario general de su arzobispado, Serafín Sedano, Luis Miguel Muñoz y Benito Pérez Lopo.

"La mayoría de los españoles nos sentimos orgullosos del ejemplo de patriotismo, sentido del deber, humanidad, diálogo y gran apertura de espíritu que él nos dejó", ha subrayado Del Río en su homilía, tras recalcar: "sin su excepcional figura y generosidad, nuestro pueblo difícilmente hubiese gozado hoy de la reconciliación social, de la democracia y del desarrollo socioeconómico que tiene".

"Sin llegar a reinar, consiguió para nuestro país abrir nuevos tiempos de paz, progreso y modernidad" sin regatear sacrificios, ha señalado el arzobispo castrense, al recordar que "asumió los sinsabores de un largo exilio, el dolor" de la guerra civil, "las incomprensiones de cercanos y lejanos" y el sufrimiento de una larga enfermedad que no le impidió dar el relevo dinástico a su hijo.

En este punto, se ha dirigido a don Juan Carlos para decirle: "Es lógico, humano y cristiano que, en esta mañana, Señor, vuestra mente se llene de recuerdos familiares y vuestro corazón se ensanche de amor filial hacia el que es "norte y guía, para salvaguardar que la Monarquía sea de todos y para todos, lejos de sectarismos y partidismos".

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