El asesino de la catana solo rompe a llorar recordando cómo mató a su hermana

  • José Rabadán mostró ayer su nuevo rostro en un documental del que hoy DMAX emite la segunda entrega a las 22:30 horas. 
Rabadán
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"Mi brazo cayó solo", realata José Rabadán en un documental emitido por DMAX y del que esta noche a las 22:30 horas se podrá ver la segunda parte. En la primera entrega se pudo ver al asesino de la catana, quien tras cumplir una pena de ocho años en prisión en un centro de menores  ha creado su propia familia y es bróker de bolsa. Con 16 años mató a su padre, a su madre y a su hermana, que tenía síndrome de Down, durante la noche a sangre fría y con una catana.

Su caso conmocionó a España. Relata Rabadán cómo a su padre le tenía mucho respeto e incluso se orinaba en los pantalones cuando le regañaba porque era muy severo. De su madre dice que era todo amor. De su hermana, que la quería con locura. De hecho es con la única que rompe a llorar cuando recuerda su muerte.  Dice Rabadán que se enfadó mucho con Dios porque no entendía por qué su hermana tenía esa enfermedad

Rabadán se escapó de casa el día que planteó que quería dejar de estudiar y hacer un curso de FP y no le dejaron. Insiste en decir más de una vez que era un niño rebelde, que poco a poco se fue metiendo en el mundo de lo diabólico y relata cómo se leyó un libro que le introdujo en un mundo "en el que no debería haber entrado".

La noche de los hechos ningún vecino escuchó nada. Él llamó a la policía para avisar que había tres cadáveres. Hizo incluso una segunda llamada dando su nombre y diciendo que había matado a sus padres y su hermana. También llamó a un amigo y le dijo que no podría ir al cine porque había matado a sus padres.

El miedo se apoderó de su vecindario hasta que fue detenido en una estación de tren. Iba a ver a la chica con la que chateaba. A la puerta de la comisaria un grupo de chicas del instituto se acercó para darle ánimos "y para ver si seguía tan guapo". 

Rabadán asegura que su parecido al protagonista del videojuego con el que se relacionó su acto atroz era por casualidad, "muchos teníamos el pelo a tazón". De hecho reconoce que no llegó a pasarse ninguna de las etapas del juego de rol. 

Relata con asombro cómo su madre, la misma semana que sucedió el triple asesinato, le contaba en la cocina que su hermana había soñado con que le iba a hacer daño con un cuchillo. "En ese momento me levanté y me fui de la cocina. Al final fue un sueño premonitorio porque se rompió la catana...". 

Primero quitó la vida al padre. "El brazo cayó solo", dice. Luego a su madre y por último a su hermana, que estaba sentada en la cama llorando mientras veía todo lo que sucedía. La noche que decidió llevar a cabo el triple asesinato habló con su novia de Barcelona. Le dijo que ese era el momento, pero no concretó de qué.

Pasó la noche despierto y llegó a enfadarse cuando vio que a las cuatro de la madrugada su padre se levantaba. Se volvió a dormir y Rabadán puso en marcha el plan que tenía en la cabeza. Quería saber cómo era la vida sin necesidad de tener familia. 

Fue condenado a ocho años de reclusión en un centro de menores -los dos últimos, en libertad vigilada- en aplicación de la entonces recién aprobada Ley del Menor.

Uno de sus autores, psicólogo forense en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y Juzgados de Menores de Madrid desde 1985 y Defensor del Menor entre 1996 y 2001, Javier Urra, ha participado activamente en este documental, no solo con sus opiniones de experto, sino también con una entrevista en profundidad a Rabadán. Esta noche se verán sus opiniones. 

Tras opinar que Rabadán ha cumplido su condena penal, pero "no ha pagado moralmente", Urra ha enfatizado que le parecería "abominable" que él "quisiera vivir de esto y que se le permitiera decir que ha transformado la maldad en la capacidad para ser un hombre bueno".

En ese sentido, ha añadido que, si pretendiera sacar un beneficio "económico, de ego, de narcisismo o de buscar los focos, pido a los medios de comunicación que no le hagan el juego y a los ciudadanos que no le vean".

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