El caos del PSOE llega al límite con el 'caso Tomás Gómez': ineptitud y rebelión

El caso Tomás Gómez es el caso PSOE hoy. Ineptitud de todos. Primero de un Tomás Gómez que debió irse hace tiempo. Lo intentó, dio la cara y fracasó. No ha logrado convertirse en alternativa y se ha afianzado en el PSM cual barón. Con los suyos. A hierro y fuego. Y el caso del tranvía no ha recibido la respuesta adecuada. La rebelión la ha consumado también Tomás Gómez señalando que Pedro Sánchez ha sido el secretario general que más daño le ha hecho al PSOE. Él le apoyó... para que Pedro le apoyara. Pero le ha salido mal.

La ineptitud sigue con un error de estrategia de Carmona, candidato para la alcadía de Madrid, que puso las dos manos en el fuego por Tomás sin necesidad. Lo tuvo que hacer otra vez hoy. Por amistad se puede hacer todo, pero su campaña está marcada. La foto de Carmona con Tomás no le ayudará en campaña. Está solo. No puede usar al PSOE al que Tomás llama débil, ambicioso, y poco democrático.Le ha dado un beso de despedida y ha estado a su lado. Con gesto serio ¿seré el próximo yo? debe estar preguntándose. Porque no las tiene todas consigo. Y su gesto de desolación era evidente.

El PSOE se ha autodestruido en Madrid. Así de simple. Tomás Gómez tiene también bastante parte de culpa de ello por aferrarse al puesto tras sus continuos fracasos. Hasta Antonio Hernando, el portavoz del PSOE en el Congreso dijo que no pensaba en otro candidato. Horas antes de que el secretario general optara por lo contrario. El secretario de organización, César Luena, sacaba pecho tarde y mal. ¿Dónde ha estado este tiempo? ¿Cómo ha permitido unas primarias en el PSOE? ¿Cómo hace este movimiento a 100 días de las elecciones? Debilidad pura. Pedro está acosado y sabe que no es el preferido para ser cartel electoral. Solo las investigaciones judiciales (ojo el caso Edu) le pueden dar vía libre. Su gran mérito a día de hoy es uno: ni ideas, ni programa ni consistencia: pero está limpio.Tomás Gómez se rebela contra Pedro Sánchez: habrá guerra

"Es un inmenso error que tendrán que reconsiderar". Así de rotundo se ha mostrado al PSM en el que Tomás Gómez va a morir matando. Incluso amenaza con ir a los tribunales. Despropósito, debilidad, ambición... así han calificado la decisión de Pedro Sánchez que se deja jirones en esta batalla y tal vez la secretaría general del partido. Susana Díaz espera tranquila para poner paz.

Ha habido también una puñalada mal disimulada a Simancas, que liderará la gestora, "el nuevo PSOE". Y a Rubalcaba, "desprende un tufillo a él esto", confiesa Gómez en La Sexta. "En el partido no manda el secretario general, nosotros lo elegimos democráticamente", dice el PSM, que se ha enterado de todo por la televisión. Nadie se lo cree. Ya han sido varios los encuentros de Tomás Gómez con Sánchez, y no le ha convencido. El PSM apoyó a Sánchez, pero la sombra del tranvía de Parla es alargada. "Es una historia fabricada por la derecha y se sabrán sus autores". Más amenazas que explicaciones, otra vez.

"Pedro Sánchez me ha llamado y me ha comunicado unas cuestiones. Me ha dicho que debo dar un paso atrás, que deje de ser el candidato de los socialistas por los líos internos de Madrid. Le dije no a ZP que fue democrático, compitió y perdió. Pedro Sánchez ha elegido una vía no democrática". Ahí es nada. Gómez en estado puro.

"Llevamos años luchando por acabar con la corrupción, lo hemos hecho en condiciones muy duras, contra una maquinaria mediática y política muy duro, una maquinaria que ha sufrido un desgaste. Lamento que Pedro Sánchez en la debilidad de su liderazgo se suba a ese caballo. Su única motivación es el poder interno. Le conozco bien porque yo le ayudé a ser secretario general. Es un inmenso error que tiene consecuencias para nuestro partido". Otro misil.

"Pertenezco a una familia humilde, mi padre es taxista y a mi madre limpiadora. Me voy a defender. Voy a defender la democracia y a esta federación, voy a defender a esta federación de los ataques, mi honorabilida en los órganos del partido y en los tribunales". Un lío monumental para el PSOE. "Yo soy insobornable", dice Tomás Gómez, al hablar de Gabilondo, como si los demás lo fueran. Tomás Gómez puede ser expulsado del PSOE, pero va a dejar tierra quemada a su paso.