El Congreso dedica una sala al general Prim en su bicentenario

Madrid, 29 may.- El Congreso de los Diputados inaugurará el próximo 23 de junio una nueva sala rehabilitada en el antiguo Palacio de la Carrera de San Jerónimo dedicada al general Juan Prim, presidente del Gobierno asesinado en 1870, y del que este año se cumple el bicentenario de su nacimiento en Reus (Tarragona).

Prim murió el 30 de diciembre de 1870, tres días después de sufrir un atentado en la antigua calle del Turco -hoy Marqués de Cubas-, precisamente pocos minutos después de abandonar el Congreso, que se encuentra a poca distancia del lugar del magnicidio.

La nueva sala con el nombre del general Prim ocupará el espacio en el que se situaba una antigua estancia en la que "los padres" de la Constitución de 1978 elaboraron la actual Carta Magna.

Esa vetusta sala, dividida posteriormente en dos espacios -las salas Calatrava y Olózaga- se ha utilizado durante décadas para reuniones de las comisiones, aunque llevaba años cerrada.

Ha sido ahora, aprovechando las obras de reparación de la cubierta que estaba muy afectada por las goteras, cuando se ha decidido rehabilitar ese espacio para la actividad parlamentaria y dedicar la nueva sala a Juan Prim, coincidiendo con su bicentenario.

Fuentes parlamentarias han explicado a Efe que la estancia, que volverá a emplearse para reuniones en comisión, contará con todos los avances tecnológicos, como pantalla para proyecciones, nueva megafonía, cabinas para traducción simultánea y sistema de votación electrónica.

La Cámara baja adjudicó el pasado mes de marzo la instalación y puesta en marcha de todos estos sistemas por un importe de 343.875 euros, IVA no incluido.

En la rehabilitación se ha intentado respetar en lo posible la antigua estructura y la disposición de la sala y se recuperará parte del mobiliario original.

Contará además con luz natural, a través de dos patios que antes de las obras estaban prácticamente cegados por equipos e instalaciones de aire acondicionado que ahora se encuentran en las nuevas cubiertas.

Toda la segunda planta del edificio, inaugurado por la Reina Isabel II en 1850, amenazaba ruina después de décadas de abandono debido especialmente a las filtraciones de agua desde los tejados, que habían carcomido las viejas vigas de madera.

Además de esta sala, la rehabilitación integral desarrollada en el Palacio en los dos últimos años ha permitido restaurar la cúpula y el lucernario del hemiciclo, por el que ahora penetra la luz solar.