Teherán, 11 feb.- El Consejo de Guardianes de la Revolución, segundo órgano de poder en Irán, ha aprobado en torno a 3.400 candidaturas de las cerca de 5.300 presentadas para las elecciones legislativas del próximo 2 de marzo, informó hoy la agencia local Mehr.
En los citados comicios se elegirá el nuevo Parlamento, que mantendrá los 290 escaños, aunque se había contemplado la posibilidad de ampliarlos a 310, debido al aumento de la población y el número votantes.
Según el portavoz del Consejo, Abas Ali Kadjodai, de los cerca de 5.300 aspirantes presentados, 333 se retiraron antes de que hicieran la selección los Guardianes.
El referido organismo está integrado por seis clérigos de alto rango bajo la guía del líder supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jamenei, y tiene capacidad de vetó sobre las decisiones de los órganos políticos.
Los comicios legislativos del próximo 2 de marzo amenazan con ser los más restringidos de la historia de la República Islámica, ya que incluso dentro del régimen algunos de los sectores han sido vetados, incluido parte del entorno del presidente, Mahmud Ahmadineyad.
El opositor y proscrito Movimiento Verde, cuyos líderes, Mir Husein Musavi y Mehdi Karrubi, siguen en un rígido arresto domiciliario, ha pedido el boicot en las urnas, mientras los reformistas han anunciado que no presentarán candidaturas, aunque no han pedido expresamente que se boicoteen.
Los partidarios de Ahmadineyad están también en el punto de mira de los ultraconsevadores más radicales, que acusan a su entorno de "desviacionismo" y de poner en duda la preeminencia religiosa en el sistema
Varias decenas de seguidores del mandatario han sido encarcelados y procesados en los últimos meses en el marco de esta disputa, que socava los cimientos del régimen teocrático.
Los ultraconservadores o principalistas están divididos en varios frentes, que en conjunto aspiran a copar los 290 asientos del Parlamento, que comenzará sus funciones en junio, cuando concluyan las del actual.
Ahmadineyad ha recibido un fuerte ataque de los miembros de esa corriente, que esta misma semana firmaron una petición para que el 5 de marzo, tras el receso electoral, el presidente comparezca ante la Cámara y responda por supuestas irregularidades de su Gobierno, que podría desembocar en una censura.
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